4 habilidades que se esperan de los líderes del futuro

Robert Walters se ha asociado con Changeosity, consultora de negocios para crear la 'Guía para Liderar Equipos'

Liderazgo

La evolución de las habilidades de liderazgo es una de las mejoras más esperadas por parte de los empleados, 67% considera que sus líderes podrían ser más empático ante el balance vida-trabajo, 58% desea que sus líderes tengan un mayor entendimiento de la tecnología, mientras que 55% cree que los líderes deben mejorar sus habilidades de comunicación y 45% considera que sus líderes deben ser más incluyentes para mejorar la colaboración.

Robert Walters se ha asociado con Changeosity, consultora de negocios para crear la ‘Guía para Liderar Equipos‘, que incluye las cuatro aptitudes profesionales que debe tener un líder para gestionar en este nuevo entorno volátil, complejo, ambiguo e incierto (VUCA):

1. Colaboración

Ser visionario: la función de un líder consiste en establecer la dirección de la empresa y capacitar a sus personas de confianza para que puedan crear e implementar soluciones que le garanticen poder recorrer plenamente el camino hacia esa visión. Comportarse y delegar la toma de decisiones de manera responsable a las personas adecuadas, en el momento adecuado. Asimismo, ha de adoptar un pensamiento dinámico constante.

Para conseguir esto, un líder ha de ser colaborativo, y contar con un equipo que le asesore sobre las prioridades y sepa manejar condiciones cambiantes de alto estrés, de una manera tranquila y sistemática.

“Ser visionario, tener metas claras, tener ambición y sentir pasión por lo que se hace es indispensable para un líder logre contagiar a su equipo y motivarlos para lograr las metas organizacionales, comenta Alfredo Araneda, Country Manager de Chile.

El trabajo en equipo y luchar por un objetivo en conjunto puede ayudar a ver la organización como un todo y trabajar para lo que pueda dar mejores resultados a la empresa como un todo y no sólo como áreas independientes.

2. Pragmatismo

Ser sincero con uno mismo: el líder debe tomar una vista de pájaro para evaluar el alcance de la situación de cambio, crisis o incertidumbre que afecta al negocio. Esto implica detenerse, reflexionar, evaluar desde diferentes perspectivas, considerar medidas preventivas y decidir cuáles son las acciones estratégicas prioritarias y necesarias.

Este proceso comienza con la implicación de todos los grupos de interés afectados. Un líder tiene que mantener discusiones abiertas y honestas sobre los puntos débiles que afectan a las respectivas “comunidades”; fomentar la transparencia del riesgo para comenzar a generar soluciones prácticas que sean asumibles por todos.

“El autoconocimiento y autoevaluación ayudan a los líderes a conocer sus fortalezas e identificar sus áreas de mejora, de esa manera también podrá ayudar a su equipo a crecer” agrega Alfredo.

3. Coraje

Evaluar críticamente los flujos de efectivo, las ganancias, pérdidas y balances de la organización; observar diferentes escenarios y probar sus respectivos resultados. El propósito del líder debe ser identificar desencadenantes que pueden afectar significativamente a la liquidez de la compañía.

Una vez evaluada la situación, ha de mantener conversaciones valientes con todos los stakeholders para optimizar las medidas de reducción de costos, implementar estrategias, mejorar procesos y enfrentarse a las implicaciones. En conclusión, debe responder con intención y coraje a las situaciones financieras, y no limitarse a “reaccionar”.

Alfredo comparte que “en momentos difíciles es donde conoces a profundidad a tu equipo y salen a relucir los principios y comportamientos de la cultura organizacional. Es importante mantener al equipo unido en momentos adversos para que juntos puedan contribuir y sacar a la empresa hacia adelante.

4. El cuidado de los demás (y de uno mismo)

La empatía, humanidad y humildad son esenciales en un líder. Aquel que acepta la incertidumbre con calma, compostura y confianza. Con esta aptitud genera un liderazgo de credibilidad que facilitará la superación de cualquier obstáculo, desafío o adversidad. El cuidado de uno mismo es imprescindible para cumplir con este objetivo.

¿Cómo liderar con el “depósito vacío”? La compasión por los demás comienza con la compasión por uno mismo. Es necesario que todo líder se centre en qué aspectos afectan significativamente a la plantilla y a sus grupos de interés: “¿Cómo se ven afectados mis clientes, colaboradores y trabajadores por los eventos a medida que se desarrollan? ¿Cómo puedo aliviar el daño y el sufrimiento durante este tiempo? ¿Cómo puedo ayudar a los demás?”

Ha de promover activamente una “seguridad psicológica” dentro de la compañía: animar a los empleados y al resto de partes interesadas a preguntar y discutir abiertamente decisiones, ideas y temores – sin que tengan miedo a posteriores repercusiones. Expresar interés por sus preocupaciones, y ofrecer soluciones que aborden y mitiguen su impacto debe ser una práctica natural y sistemática en un líder. De igual manera, ha de incentivar a sus equipos de trabajo a que actúen de manera responsable. Las directrices son útiles en asuntos no obligatorios que ayuden a los empleados a comprender cómo comportarse y tomar decisiones por sí mismos.

“Es importante recordar que detrás de un cargo existen personas y los líderes requieren ser más empáticos, entender que existen necesidades personales y crear una cultura donde se pueda encontrar un balance entre vida personal y profesional,” concluyó Alfredo.