La búsqueda de identidad y venganza en “La sangre que corre por sus venas” de Francisco Marín

Explorando la psicopatía como un viaje hacia la redención y el autoconocimiento.
Explorando la psicopatía como un viaje hacia la redención y el autoconocimiento.

La novela La sangre que corre por sus venas, escrita por Francisco Marín Naritelli y publicada por Editorial Los Perros Románticos en 2024, se centra en la vida de Agustín Sinclair, un joven de clase media originario de Santiago que ha cursado estudios de Derecho en Valparaíso. Sin embargo, Agustín ha optado por no ejercer su profesión y ha decidido abrir un bar, lo que lo aleja de su familia y lo introduce en un mundo desconocido que lo lleva a cuestionar su vida y su pasado.

Contexto familiar y social

Agustín proviene de una familia de clase media, caracterizada por ser conservadora y tradicional. Su padre es un ferviente admirador del general Pinochet, con una postura política muy marcada hacia la derecha, mientras que su madre se encuentra sometida a la figura autoritaria de su esposo. Este entorno familiar se sitúa en un contexto de fines de los años 90, un periodo en el que Chile aún se recupera de las secuelas de la dictadura, con una democracia que se siente vulnerable y con las nuevas clases dirigentes adaptándose a los beneficios del poder.

Agustín, al abrir su bar, se distancia cada vez más de las expectativas de sus padres, lo que genera un conflicto en su relación familiar. La situación da un giro inesperado cuando descubre que sus padres adoptivos no son sus verdaderos progenitores, sino que sus padres biológicos son parte de los detenidos desaparecidos durante la dictadura.

El impacto del descubrimiento

El hallazgo de su verdadera identidad, como hijo de detenidos desaparecidos adoptado por un ferviente pinochetista, provoca en Agustín un profundo desasosiego. Este descubrimiento lo lleva a revivir recuerdos y emociones reprimidas, así como a confrontar la violencia y las carencias que ha experimentado. En sus propias palabras, Agustín recuerda cómo su padre adoptivo lo descalifica: “Este niñito es un maldito afeminado, un raro, un enfermo de mierda. No me extrañaría que usara faldas, tus anillos, y se pusiera una puta peluca de travesti”. Estas palabras resuenan en su mente, junto a los sollozos de su madre adoptiva, lo que intensifica su sensación de vacío y abandono.

La revelación de su origen se convierte en una obsesión por la venganza, una venganza que busca justicia no solo por él mismo, sino también por sus padres biológicos y por las mentiras que han marcado su vida. Este deseo de venganza se manifiesta en un relato que se desarrolla de manera intensa, donde Agustín comienza a transformarse en un psicópata, impulsado por las circunstancias de su vida y las injusticias que ha sufrido.

Desarrollo de la trama

A medida que avanza la narrativa, la historia se torna cada vez más sofocante, reflejando el estado mental de Agustín, quien se enfrenta a sus demonios internos. La novela presenta un crescendo emocional que culmina en una exploración de la violencia y la redención. A pesar de que el relato podría haber encontrado un cierre en la transformación de Agustín en un ser consumido por la venganza, la historia continúa, mostrando una faceta más humana y frágil del protagonista.

La aparición de Antonia, la pareja de Agustín, añade una nueva dimensión a la trama, donde ambos personajes intentan encontrar un final digno en medio de la tormenta emocional que enfrentan. Este desarrollo sugiere que la psicopatía de Agustín es más un producto de su entorno y experiencias que una condición innata.

Recepción y análisis

La sangre que corre por sus venas es una obra que atrapa y perturba al lector, especialmente en su desenlace, que puede ser interpretado de diversas maneras, dependiendo de la perspectiva del lector. La novela se adentra en temas complejos como la identidad, la violencia, la venganza y la búsqueda de redención, ofreciendo una mirada profunda a las consecuencias de la dictadura en la vida de los individuos y las familias en Chile.

La portada de la novela, publicada por Editorial Los Perros Románticos, refleja la intensidad de la historia y su contexto, invitando a los lectores a sumergirse en esta narrativa que explora las profundidades de la condición humana.