La canción más emblemática para celebrar el Año Nuevo en Chile es, sin duda, ”Un año más”, un clásico interpretado por La Sonora de Tommy Rey, que resuena en los hogares chilenos durante estas festividades. Sin embargo, esta famosa melodía, que ha sido parte de la tradición de varias generaciones, oculta un trasfondo menos conocido. La versión que todos disfrutan es, en realidad, un cover de un músico originario de Coquimbo, Hernán Gallardo Pérez. Este artista compuso la canción en 1977, pero su interpretación original es notablemente más melancólica, distanciándose del ritmo alegre de la cumbia que caracteriza la celebración del Año Nuevo en Chile. La versión original de Gallardo es una melodía más lenta y nostálgica, que aborda el tema de la pérdida de un ser querido.
El trasfondo de ”Un año más”
La canción, que se ha convertido en un himno de la celebración de Año Nuevo, tiene un origen que muchos desconocen. En una entrevista concedida por Joe Vasconcellos en 2010 para el programa Coplas del alma, Hernán Gallardo compartió que “originalmente fue una balada más lenta. Hacía poco tiempo que había perdido a mis padres. Era una cosa que hablaba de lo que a mí me había pasado”. Esta declaración revela el profundo significado emocional que la canción tiene para su creador, contrastando con la versión festiva que se ha popularizado en las celebraciones de Año Nuevo.
El legado de Hernán Gallardo
Hernán Gallardo Pérez falleció a los 85 años el 7 de julio de 2013. A pesar de que su nombre no es ampliamente reconocido fuera de ciertos círculos, su legado perdura en la música chilena, especialmente en el ámbito de la cumbia. Su talento y su contribución a la música han sido valorados por aquellos que conocen su obra, aunque muchos chilenos disfruten de su canción sin conocer su historia o su autor.
La interpretación de ”Un año más” por La Sonora de Tommy Rey ha hecho que esta canción se asocie con la alegría y la celebración, mientras que la versión original de Gallardo ofrece una perspectiva más introspectiva y emotiva, reflejando el dolor de la pérdida y la nostalgia. La dualidad de estas interpretaciones resalta la riqueza de la música chilena y su capacidad para conectar con las emociones humanas en diferentes niveles.