La película brasileña ‘Aún estoy aquí’ se convierte en un fenómeno de resistencia ante la extrema derecha

"Aún estoy aquí": el fenómeno brasileño que aspira al Oscar.
"Aún estoy aquí": el fenómeno brasileño que aspira al Oscar.

Premiada en Venecia, finalista del Globo de Oro y con posibilidades de ser nominada al Oscar, la película brasileña Aún estoy aquí transmite un mensaje de resistencia en tiempos de auge de la extrema derecha, según lo expresaron su director Walter Salles y la protagonista Fernanda Torres, quien recibió el galardón a la Mejor actriz en la categoría de Película Dramática. Hasta la fecha, más de tres millones de brasileños han visto esta película, que aborda la última dictadura militar en Brasil, que tuvo lugar entre 1964 y 1985, convirtiéndose en el mayor éxito del cine latinoamericano en 2024.

Sinopsis de la película

Ainda estou aqui narra la lucha de Eunice Paiva, una mujer de 59 años, por esclarecer la desaparición de su esposo, el exdiputado progresista Rubens, quien fue secuestrado por las fuerzas armadas en 1971 y cuyo cuerpo nunca fue encontrado. Durante el régimen militar, Brasil no juzgó los crímenes cometidos, lo que dejó más de 400 muertos y desaparecidos, además de miles de víctimas de torturas y detenciones ilegales. La dureza de estos hechos contrasta con el ambiente de la película, que se desarrolla en un cálido Río de Janeiro, donde se recrea la vitalidad del hogar de Eunice y sus cinco hijos en la playa de Leblon, un lugar que en la actualidad está dominado por altos edificios.

Reconocimientos y contexto

La película ha sido galardonada en el festival de cine de Venecia con el premio al mejor guion, sumándose a la lista de éxitos de Salles, que incluye obras como Diarios de motocicleta (2004) y Estación central (1998). En una reflexión sobre el contenido de la película, Salles comentó: “Al empezar el proyecto en 2016, queríamos mirar hacia atrás para entender de dónde veníamos. Pero con el crecimiento de la derecha a partir de 2017, percibimos que también era un tema actual”.

El director destacó que hoy en día existe un proyecto de poder que se basa en el borrado de la memoria, lo que hace que las formas de expresión artística cobren una importancia vital. Salles añadió: “Tuvimos un presidente, Jair Bolsonaro (2019-2022), que cree que los militares ‘salvaron’ al país del comunismo”, lo que invita a una reflexión sobre el pasado y el presente de Brasil.

Impacto en el público

La película ha generado reacciones similares en festivales internacionales, ya que muchos brasileños perciben la fragilidad de la democracia, ya sea porque la han vivido o porque han sido testigos de los traumas de la derecha. Sean Penn, quien asistió a la presentación de la película en Los Ángeles, mencionó que la obra es un ejemplo de resistencia y que la historia puede resonar en Estados Unidos.

Fernanda Torres también reflexionó sobre el contexto actual, señalando que “vivimos en un mundo inestable, donde las nuevas tecnologías han cambiado las relaciones sociales”. En este sentido, la película muestra lo que significa vivir bajo un gobierno violento que suspende los derechos civiles, a través de la historia de una familia que ha sufrido en carne propia la represión.

Recuerdos y expectativas

La historia se desarrolla en la década de 1970, y Torres compartió que la evocación de esos tiempos proviene de recuerdos de su adolescencia, donde la discusión política era libre y se hablaba de libros y discos que estaban censurados. “Allí descubrí una violencia que desconocía. Eso marcó un antes y un después en todos nosotros”, comentó.

En cuanto a las expectativas sobre los premios, Salles expresó que los galardones pueden ayudar a que más personas vean la película, aunque su enfoque es optimista: “Si viene, genial; si no, sigue. Siempre parto del presupuesto de que alguien es optimista y mal informado”.