Hermanas recuperan objetos de su padre, un alpinista desaparecido hace 40 años en el volcán Tupungato

Hijas recuperan mochila de montañista fallecido hace 40 años en Tupungato.
Hijas recuperan mochila de montañista fallecido hace 40 años en Tupungato.

Un emotivo hallazgo se produjo hace unos días en Argentina. Tras cuatro décadas, dos hermanas, Azul y Guadalupe Vieiro, se reencontraron con los últimos objetos que llevaba su padre, Guillermo, antes de morir.

El trágico suceso en el volcán Tupungato

El 28 de enero de 1985, el alpinista Guillermo Vieiro falleció en el volcán Tupungato durante una excursión que realizaba junto a otro deportista, Leonardo Rabal. Este trágico evento marcó la vida de su familia, que durante años ha vivido con la incertidumbre sobre el destino de sus pertenencias.

El descubrimiento de la mochila

En 2024, la montañista Gabriela Cavallaro, quien se encontraba en la zona, observó una mochila azul que le llamó la atención. Aunque no pudo extraerla del lugar, tomó una fotografía de la misma, reconociendo que pertenecía a Vieiro.

El contacto con las hijas

Cavallaro se comunicó con las hijas del andinista, Azul y Guadalupe Vieiro, para informarles sobre el hallazgo. Las hermanas, junto a su hermano Rodrigo, decidieron emprender una expedición para recuperar las pertenencias de su padre.

Los objetos recuperados

Durante la expedición, lograron recuperar varios objetos que su padre llevaba en la mochila. Entre los hallazgos se encontraban una chaqueta, un saco de dormir, una botella de agua, aspirinas, cuchillos y dos rollos de película Súper 8.

La trayectoria de Guillermo Vieiro

Guillermo Vieiro se había destacado en el ámbito del alpinismo, siendo reconocido por sus múltiples ascensos a las faldas del Aconcagua, la montaña más alta de la cordillera de los Andes.

La decisión de las hermanas

Azul y Guadalupe, que actualmente tienen 44 y 40 años respectivamente, decidieron llevar a cabo la expedición a pesar de que su madre no desea conocer detalles sobre el descubrimiento. Este acto representa un cierre emocional para las hermanas, quienes han vivido con la memoria de su padre y el impacto de su pérdida durante tantos años.