La ciencia del bienestar animal ha revelado prácticas esenciales que son fundamentales para la felicidad y salud de los perros. Entre estas prácticas, se destaca la importancia del olfateo durante sus paseos, que va más allá de ser un simple pasatiempo, ya que les permite obtener información crucial sobre su entorno. La autonomía, que incluye la capacidad de elegir caminos o juguetes, se considera vital para su bienestar mental. Tratar a cada perro como un individuo ayuda a que puedan expresar su propia personalidad. Además, ofrecerles opciones y un refugio alejado del ruido proporciona el espacio necesario para descansar. Las actividades sin correa también son fundamentales para su felicidad física.
Por qué importa
A medida que se valora cada vez más la calidad de vida de los animales de compañía, estos consejos ofrecen formas sencillas de mejorar su bienestar de manera constante. La forma en que se está transformando nuestra visión sobre los animales de compañía resalta cómo estas prácticas pueden mejorar su vida. Estos cinco consejos, basados en investigaciones científicas, abordan las necesidades físicas, mentales y emocionales de los perros, promoviendo una convivencia armónica y feliz con nuestros compañeros de cuatro patas.
1. Permitirles olfatear
Los perros viven en un mundo de olores, y su sentido del olfato está altamente desarrollado. Según los expertos, permitirles olfatear durante sus paseos no solo mejora su experiencia, sino que también les ofrece una actividad enriquecedora. Este acto, comparable a una “vista panorámica” para ellos, no solo proporciona información importante, sino que también les permite relajarse y disfrutar del momento. No hay que apresurarlos cuando investigan un poste o un árbol, ya que esto contribuye a su bienestar emocional y satisface una necesidad básica de su naturaleza.
2. Fomentar autonomía
La autonomía es un tema relevante en el bienestar animal. Los estudios muestran que ofrecer a los perros la posibilidad de tomar decisiones y tener cierto control sobre su entorno tiene efectos positivos en su salud mental. Por ejemplo, instalar una puerta que les permita salir al jardín cuando lo deseen o darles la opción de elegir el camino hacia el parque puede hacer que se sientan más seguros y menos estresados. Las pequeñas elecciones cotidianas, como decidir qué juguetes jugar o dónde echarse al sol, les otorgan libertad y bienestar.
3. Respetar individualidad
Cada perro es único, al igual que las personas, y tienen personalidades y preferencias propias que deben ser respetadas. No todos disfrutan de las mismas actividades: algunos son sociables y les gusta interactuar, mientras que otros prefieren estar tranquilos en casa. Los estudios sugieren que existe una gran variabilidad en los temperamentos, tanto dentro de una misma raza como entre diferentes razas. Observar las señales y respetar los límites de cada perro es clave; prestar atención a signos como desviar la mirada o lamerse los labios puede ayudarnos a entender cuándo un perro se siente incómodo y prefiere evitar una situación.
4. Ofrecer un seguro retiro para descanso
Los perros también necesitan momentos de tranquilidad y un lugar donde puedan descansar sin interrupciones. Es esencial tener una zona tranquila en la casa a la que puedan acceder libremente y retirarse si el ambiente se vuelve ruidoso o si hay demasiadas visitas. Esta práctica no solo beneficia al perro, sino que también enseña a los niños la importancia de la empatía, permitiéndoles acercarse o retirarse según la comodidad del animal. De esta manera, al no forzar interacciones y al no usar a las mascotas como entretenimiento, se les da el respeto que merecen y se les permite participar en las actividades cuando así lo desean.
5. Actividades sin correa
Las actividades sin correa son fundamentales para el ejercicio y la exploración plena de los perros. Poder correr y explorar beneficia enormemente su bienestar tanto mental como físico. Se ha demostrado que moverse sin restricciones y a su propio ritmo les permite quemar energía y reducir el estrés. En muchas ciudades existen áreas designadas para este tipo de actividades, y la frecuencia de uso de estas zonas muestra que los perros disfrutan de este tipo de libertad. En entornos urbanos, se recomienda asegurarse de que estas áreas estén disponibles y sean accesibles, lo que permite a los perros desarrollar su comportamiento exploratorio natural.
Implementar estos cambios, basados en principios de empatía, contribuye a que los perros sean felices y vivan en armonía con nosotros. Estas prácticas sencillas pueden fortalecer el vínculo entre humanos y perros, sentando las bases para una relación respetuosa y enriquecedora para ambas partes.