Julio Bascuñán y Leslie Vásquez han presentado una querella criminal contra Cindy Nahuelcoy, exárbitra de fútbol profesional, quien podría enfrentar una pena de cárcel. Esta acción legal surge tras una serie de acusaciones realizadas por Nahuelcoy, quien había sido sancionada anteriormente junto a Loreto Toloza con 40 partidos, sanción que luego fue reducida a 30. Las acusaciones de Nahuelcoy apuntaban a que Bascuñán favorecía a ciertos colegas en sus designaciones arbitrales, pero estas fueron desestimadas. Debido a la severidad de la sanción, Nahuelcoy decidió autodespedirse de su cargo y desde entonces ha estado involucrada en diversas actividades, incluyendo la creación de contenido para adultos.
Detalles de la querella
La querella presentada por Bascuñán y Vásquez se basa en declaraciones que Nahuelcoy realizó durante su participación en el reality show “Ganar o Servir”. Según información revelada por TNT Sports, el Cacique, que es el apodo del Club Social y Deportivo Colo-Colo, incluso había programado una fecha para celebrar un título en el Estadio Monumental. En sus declaraciones, Nahuelcoy mencionó: “Fui a hablar con mi jefe (Roberto Tobar), le comenté que había una situación irregular que todo el mundo conversaba. Él dijo que era verdad y me dijo que hiciéramos una denuncia por escrito. Lo hicimos y quedó la cagá”.
Además, Nahuelcoy expresó que había recibido advertencias sobre las consecuencias de hablar: “me decía que si yo hablaba iba a cagar mi carrera. Un día no pude más, me decidí a hablar, di una entrevista a la prensa, dije la verdad y el hue… me cagó la carrera, porque me quitó el Parche FIFA”. Este parche le permitía viajar por todo el mundo, y Nahuelcoy también mencionó que su situación personal se vio afectada, ya que su ex pareja fue despedida por Bascuñán: “En ese tiempo yo estaba pololeando y después despidió a mi ex pareja. ¿Y qué culpa tenía él? Y después todos mis amigos desaparecieron”.
Solicitudes de la querella
En la querella, Bascuñán y Vásquez solicitan que se condene a Nahuelcoy y a cualquier otro involucrado a una pena de 3 años de presidio menor en su grado medio, además de las costas del proceso. Esta situación ha generado un gran interés en el ámbito deportivo y mediático, dado el impacto que las acusaciones y la posterior querella pueden tener en la reputación de los involucrados y en el contexto del arbitraje en el fútbol profesional.
