Eduardo Halfon reflexiona sobre su infancia y el impacto de la diáspora en su escritura

Eduardo Halfon reflexiona sobre la complejidad de ser judío en la actualidad.
Eduardo Halfon reflexiona sobre la complejidad de ser judío en la actualidad.

Nació en Guatemala en 1971 y a la edad de 10 años, su familia decidió abandonar el país, que en ese momento atravesaba un dramático conflicto armado interno. Su nuevo hogar fue Estados Unidos, donde se establecieron. Eduardo Halfon, el protagonista de esta historia, estudió y se graduó como ingeniero industrial. A los 26 años, enfrentó una crisis en la profesión que había elegido y comenzó a leer de una manera que él describe como sobrenatural. Con el tiempo, se convirtió en profesor de literatura en su país natal y comenzó a escribir, hasta alcanzar el estatus de un autor con una obra literaria sólida y original.

Los libros de Halfon pueden considerarse una especie de autobiografía, desplegada a lo largo de relatos breves que dialogan entre sí. La totalidad de su obra se asemeja a una novela que entrelaza vida y realidad, donde no todo es ficción ni todo es vida, lo que podría describirse como un género híbrido. En sus escritos, utiliza la primera persona para explorar la historia de sus ancestros judíos, que incluyen raíces europeas y árabes. Al mismo tiempo, el narrador busca entender las raíces indígenas de su lugar de nacimiento y las formas en que las colectividades han sido tradicionalmente víctimas de rechazo y discriminación, como es el caso de los gitanos.

Algunos de sus títulos más destacados incluyen Boxeador polaco, Monasterio, Biblioteca bizarra, Saturno, Signor Hoffman y Duelo. Su nuevo libro, titulado La canción, fue publicado en español por Libros Asteroide y es uno de los muchos títulos que ha lanzado. Recientemente, Halfon fue galardonado en Francia con el premio Médicis al mejor autor extranjero.

En esta obra, el autor regresa a un episodio final de su infancia en 1984, cuando, viviendo en Estados Unidos, envía a su hermano a Guatemala, específicamente a un campamento para niños en el bosque perdido. El propósito de este viaje era ayudarles a comprender la diáspora y el sufrimiento de su pueblo a lo largo de los siglos. Este traumático adoctrinamiento resurge a partir de un encuentro en París con Regina, una niña de la que estaba enamorado y que compartía su experiencia en el campamento. Ella, además, lo llevará a un reencuentro con Samuel Blum, uno de los instructores perversos del campamento.

En una transcripción de una conversación mantenida en un podcast titulado Vidas Prestadas, Halfon reflexiona sobre su libro y menciona que tiene mucho de su propia vida. Comenta sobre el manejo de los tiempos en su narrativa, señalando que este libro es una pieza que falta en su obra, una marcha hacia la maduración de sus temas recurrentes, como su relación con el judaísmo. Halfon expresa su necesidad de volver la mirada hacia su infancia, especialmente a 1984, cuando tenía 13 años y estaba en la adolescencia.

El autor describe su escritura como si tuviera una cámara, donde puede apuntar el lente hacia diferentes esquinas de su historia. A lo largo de su carrera, ha ido madurando y perdiendo el miedo a la linealidad en su narrativa. “Uno empieza a escribir con cierto temor a perderse”, dice, pero ha aprendido a hacer elipsis y a confiar en que el lector seguirá el hilo de su historia.

Halfon también aborda la problemática de su identidad como escritor que habla en inglés y que, al mismo tiempo, se siente cómodo escribiendo en español. Comenta que, aunque al principio le costaba hablar en español y era objeto de burlas, ha logrado desarrollar una prosa clara y cristalina a través de su trabajo.

En su proceso creativo, menciona que ha terminado dos textos, uno de los cuales es un discurso para Estocolmo. A pesar de que le pidieron que escribiera otro texto para un festival en Bruselas, él se siente más cómodo trabajando en su narrativa. “El trabajo llega fácil, orgánicamente”, afirma, y destaca que su escritura es un oficio que ha perfeccionado a lo largo de los años.

Halfon menciona que su estilo se ha visto influenciado por grandes autores como Nabokov y Conrad, quienes escribieron en ruso y se convirtieron en referentes de la literatura. La prosa de Halfon, aunque parece fácil, es el resultado de un proceso de depuración y eliminación de lo superfluo.

En su conversación, también se refiere a su experiencia en Francia durante la pandemia, donde vivió con su familia y su hijo, quien asiste a un colegio francés. Este contexto influyó en su escritura y en la creación de su nuevo libro.

Halfon narra un episodio en el que un objeto mágico, relacionado con su judaísmo y superstición, se convierte en un talismán que lo acompaña en su vida. Este talismán, que considera trae buena suerte, es una piedra que cuida y que lleva consigo a todos lados.

En su relato, también menciona su experiencia como becario en Berlín, donde tuvo la oportunidad de pasar un año escribiendo. Describe este tiempo como un sueño, donde no tenía que preocuparse por el dinero y podía concentrarse en su escritura. Sin embargo, también habla de la rutina y de cómo intenta proteger su tiempo de escritura de interrupciones.

Durante su estancia en Berlín, Halfon recuerda una anécdota en la que un becario uruguayo judío le contó que había vivido una experiencia similar a la suya. Esto lo llevó a reflexionar sobre la experiencia de los latinoamericanos en los años 80 y cómo muchos vivieron situaciones extremas de censura y prohibición.

En su conversación, Halfon también aborda la complejidad de ser judío en el contexto actual, especialmente en relación con el aumento del antisemitismo. Se pregunta sobre la importancia de recordar el pasado y cómo la historia de los judíos está marcada por la victimización y el sufrimiento.

Finalmente, Halfon reflexiona sobre su identidad y su relación con la literatura, señalando que su escritura es un medio para explorar su historia y su cultura. A lo largo de su carrera, ha buscado contar historias que reflejen su experiencia y la de su comunidad, y su obra se ha convertido en un espacio para la reflexión y el entendimiento de su identidad.