
Una curiosa eliminación se vivió este lunes en Gran Hermano, donde una dinámica diseñada para engañar a los participantes casi se convierte en una realidad. El evento comenzó cuando sonó el Teléfono Rojo y Felipe, uno de los concursantes, respondió. En ese momento, Gran Hermano le ofreció la opción de eliminar a un competidor de la casa o autoeliminarse. Tras varios minutos de reflexión, en los que sus compañeros le brindaron su apoyo, Felipe optó por elegir a Miguel, quien había solicitado ser elegido para abandonar la casa más famosa del mundo.
Según las declaraciones de Miguel, él ya se encontraba cansado del encierro y extrañaba a su familia y amigos, por lo que no le molestaba salir de la competencia. Durante su despedida, Miguel recibió un emotivo adiós de parte de sus compañeros antes de salir de la casa, sin saber que en realidad sería dirigido a una habitación dentro de esta, donde se le acomodó para observar en solitario la reacción de sus compañeros ante su salida.
Antes de que esto ocurriera, Diana Bolocco, la animadora del programa, tomó contacto con Miguel para explicarle que todo había sido parte de una dinámica y que en realidad no estaba eliminado. “Te tengo una noticia, esto no es real, tú no te vas. ¿Cómo te vas a ir si el público no ha votado para que te vayas?”, le comunicó la conductora. Además, le explicó que tendría la oportunidad de ver cómo reaccionaban sus compañeros tras su supuesta partida. “Esta es solamente una forma de poner a prueba a uno de ustedes, y nunca imaginamos que iba a pasar esto”, añadió Bolocco.
La animadora le preguntó a Miguel si realmente quería irse, a lo que él dio a entender que sí. “Estoy chato, aquí todos los días lo mismo, sin competencias, aburrido todo el día… yo pensé en ver a Pato, en pegarme un carrete, en ver a mi familia, llevo cuatro meses sin verlos”, explicó Miguel. Diana Bolocco intentó convencerlo de que se quedara, diciéndole: “Miguel queda muy poco, confía en mí. No queremos que te vayas. ¿Cómo te vas a ir así? Yo te veía tan feliz dentro de la casa”. A lo que Miguel respondió: “Estoy feliz porque soy así, pero por dentro estoy chato”.
Después de una conversación más extensa, Miguel finalmente decidió quedarse y regresó a la casa minutos más tarde, continuando así su participación en el programa.