
Se anticipa un aumento en la inversión inmobiliaria impulsado por la mejora en la dinámica del sector minería y cambios en la regulación de permisos.
Los sectores de ingeniería y construcción, así como el inmobiliario, continúan enfrentando desafíos significativos debido a condiciones de mercado que permanecen desfavorables, según un informe reciente del departamento de Estudios del grupo Security. Este informe indica que la inversión proyectada para el año 2024 y los siguientes cinco años se considera de un stock de tamaño medio. Sin embargo, se anticipa un aumento en la inversión para el año 2025, impulsado por un mayor dinamismo en el sector de la minería.
El informe también destaca que una de las principales preocupaciones para la inversión es el tema de la “permisología” y las dificultades burocráticas, especialmente debido al reciente aumento en los plazos de aprobación de proyectos. En este contexto, se menciona que las propuestas del Gobierno están orientadas a mitigar este riesgo. A finales de septiembre, se aprobó un proyecto de ley que tiene como objetivo simplificar la tramitación de permisos de edificación, reducir los trámites en el sector y facilitar la ejecución de proyectos. Esta iniciativa modifica la Ley de Urbanismo y Construcciones y su Ordenanza, que establecen regulaciones y plazos que, en la práctica, no son suficientes y son difíciles de cumplir.
El proyecto de ley busca proporcionar nuevas herramientas que ofrezcan certezas a la ciudadanía. Entre las medidas incluidas, se refuerza que la responsabilidad de la Dirección de Obras Municipales (DOM) se limitará a la revisión de las normas urbanísticas al momento de otorgar un permiso, además de establecer herramientas para disminuir la carga de trabajo de las DOM.
El informe del grupo Security también resalta la prórroga otorgada por el Ejecutivo a los permisos de edificación que estaban a punto de vencer, lo que proporciona un alivio a la industria inmobiliaria. Esta prórroga extiende la vigencia de autorizaciones para aproximadamente 90 mil nuevas viviendas que estaban próximas a expirar. Antes de la emisión de este decreto, datos de la consultora TOCTOC indicaron que entre julio y septiembre de 2024, vencían permisos de 319 proyectos inmobiliarios en la Región Metropolitana, de los cuales 221 correspondían a edificios y 98 a casas, lo que representaba el 41% del total de las obras en la capital, marcando la cifra más alta en la historia de la industria.
Rodrigo Andreucci, socio del estudio Andreucci & Torrejón, estimó que a nivel nacional, alrededor de 90 mil viviendas podrían haber perdido sus autorizaciones. El departamento de Estudios del grupo Security también mencionó que el alto nivel de stock de viviendas disponibles sigue impactando tanto los precios como los resultados de las empresas del sector. Los precios de las propiedades han tendido a estabilizarse, mientras que el tiempo necesario para agotar el stock ha disminuido en comparación con el último informe, aunque sigue siendo elevado en términos históricos.
La entidad financiera agregó que el aumento en las tasas de interés y las restricciones al crédito continúan afectando al sector, tanto a los hogares como a las empresas. Es importante señalar que más de la mitad de los proyectos activos a nivel nacional, que incluyen habitacionales, de infraestructura y comerciales, se encuentran en fase de finalización. Según el último estudio InfoConstrucción de Iconstruye, de las 939 obras activas en el país, 496 están en fase de terminación, lo que representa el 53% del total.
Este panorama, que incrementa el volumen de viviendas sin vender, desincentiva la inversión en el país, lo que podría agravar la crisis en la industria de la construcción, que ya enfrenta serios problemas de financiamiento. El informe del grupo Security indica que las empresas del sector han sido afectadas de manera heterogénea por el actual ambiente económico, siendo las firmas de menor tamaño y/o con mayor dependencia del sector inmobiliario las más perjudicadas. En estos casos, se manifiesta preocupación por la disminución de la rentabilidad.
El informe también destaca que las empresas con operaciones en ingeniería y construcción han mostrado resultados favorables en los últimos trimestres. En cuanto al retorno de la inversión inmobiliaria en el Gran Santiago, se observan cifras ligeramente inferiores en comparación con el año anterior. En términos de retorno, la renta residencial ha tenido un desempeño superior, registrando durante el primer semestre de 2024 un récord de producción con 26 nuevos proyectos.
Se estima que la rentabilidad bruta promedio del arriendo se sitúa en torno al 4,0% para los departamentos y 4,5% para las casas. Además, el informe señala que en los próximos años se prevé un aumento en los cánones de arriendo, dado los bajos niveles de obras en ejecución y la escasez de permisos de edificación, tanto ingresados como aprobados. Esto, sumado a las altas tasas de interés hipotecarias, podría incrementar la demanda por arriendo y, en consecuencia, sus precios.