
La situación actual de la seguridad en Chile plantea importantes reflexiones sobre la percepción del temor entre los ciudadanos y la responsabilidad del Estado en este contexto. La percepción de inseguridad se ha convertido en un fenómeno relevante que requiere atención, especialmente en un momento en que las cifras de victimización han disminuido, pero la sensación de temor persiste. Este artículo explora la relación entre la percepción de seguridad y la responsabilidad estatal, basándose en teorías clásicas y datos recientes.
La percepción de temor y su relevancia
La percepción de temor en la sociedad es un tema que ha sido abordado por diversos pensadores, entre ellos Thomas Hobbes, quien en su obra más conocida, Leviatán, argumenta que “el temor a la muerte, el deseo de las cosas necesarias para una vida confortable y la esperanza de obtenerlas mediante el trabajo” son factores que llevan a los individuos a confiar en un gobierno que les ofrezca seguridad. Este razonamiento sugiere que el pacto social se origina en la necesidad de protección de los ciudadanos, lo que implica que el Estado tiene la responsabilidad de atender a las impresiones y sentimientos de la población.
Crisis de seguridad en Chile
En el contexto chileno, el Plan Calles sin Violencia ha sido una de las respuestas del Gobierno ante el aumento de homicidios en las principales comunas del país. A pesar de los esfuerzos, las cifras de homicidios han generado preocupación, especialmente tras incidentes recientes que han dejado múltiples víctimas. Por ejemplo, se reportaron balaceras que resultaron en tres muertos y cinco heridos en la Región Metropolitana, lo que ha intensificado el debate sobre la efectividad de las políticas de seguridad.
Datos sobre la percepción de inseguridad
El Índice Paz Ciudadana 2024 indica que, a pesar de la disminución en la victimización, la percepción de inseguridad se mantiene alta. La Encuesta de Calidad de Vida 2024 P!ensa-Caja 18 revela que más del 74% de los encuestados en la Región de Valparaíso no se siente seguro en espacios de transporte público, como terminales de buses y paraderos. Esta sensación de inseguridad también se extiende a lugares de recreación, como estadios y parques, donde se han registrado niveles similares de preocupación.
Desigualdad en la percepción de seguridad
Un aspecto notable es la disparidad en la percepción de seguridad entre diferentes comunas. En algunos casos, las diferencias en la percepción de seguridad respecto a un mismo servicio pueden superar los 50 puntos porcentuales. Por ejemplo, la percepción de seguridad en el metro y en los terminales de buses muestra variaciones significativas, siendo el estadio el lugar con la mayor diferencia, alcanzando hasta 74 puntos porcentuales.
Implicaciones para el Estado
La persistencia de la percepción de temor, a pesar de los avances en la reducción de la criminalidad, plantea interrogantes sobre las responsabilidades del Estado. Es fundamental que el Gobierno no solo se enfoque en las cifras de criminalidad, sino que también atienda la dimensión subjetiva de la seguridad, que tiene un impacto directo en el bienestar de la ciudadanía. La atención a estos fenómenos subjetivos es crucial para mantener el equilibrio en el sistema político y garantizar la confianza de los ciudadanos en las instituciones.
En conclusión, la percepción de temor y la seguridad pública son temas interrelacionados que requieren un enfoque integral por parte del Estado, considerando tanto los datos objetivos como las impresiones subjetivas de la población.