
En el sector sanitario, la inteligencia artificial (IA) generativa avanza a pasos agigantados, prometiendo mejorar la eficiencia y reducir la carga administrativa de los profesionales. Sin embargo, la velocidad del progreso tecnológico ha generado un dilema entre los sistemas de salud: ¿deben adoptar una IA “suficientemente buena” en su estado actual, o es preferible esperar que la tecnología madure para garantizar la fiabilidad y la seguridad? Mientras algunas instituciones implementan con cautela herramientas basadas en IA, otras advierten que postergar la adopción podría dejar rezagados a hospitales y clínicas en un entorno cada vez más digitalizado.
Los hospitales optan por la prudencia
Incluso aquellos con mayor reputación en innovación han adoptado una postura reservada respecto a la IA. Un ejemplo es el MD Anderson Cancer Center, que en septiembre fue clasificado como el séptimo mejor hospital inteligente del mundo por Newsweek. A pesar de este reconocimiento, la Dra. Lavonia Thomas, responsable de informática de enfermería, señaló en una conferencia de HIMSS el 3 de marzo que la institución aún no ha adoptado ampliamente esta tecnología. La Dra. Thomas afirmó: “Para el potencial innegable, el desarrollo debe incluir a los profesionales desde el inicio”. En especial, el personal de enfermería ha manifestado preocupaciones sobre cómo la IA podría afectar la seguridad de los pacientes y su trabajo. “Las enfermeras tienen miedo de la tecnología”, afirmó, “pero deben estar en la primera línea de estas herramientas”.
Enfoque cauteloso de Banner Health
Otro caso de enfoque prudente es el de Banner Health, un sistema con sede en Phoenix. Según su director de tecnología, Michael Reagin, están estableciendo una gobernanza antes de realizar grandes inversiones en IA generativa. Han formado un comité multidisciplinario que incluye expertos en ética, enfermeros y médicos, para evaluar cualquier aplicación antes de implementarla. Además, están probando un complemento basado en modelos de lenguaje desarrollados por Anthropic, que se encuentra en fase piloto y se lanzará en el próximo trimestre. A pesar de estos avances, Reagin admite que la rápida evolución de la tecnología puede ser un reto: “Lo que hoy parece una buena estrategia, en un mes puede volverse obsoleta”, dijo, mientras los desarrolladores presionan por una implementación inmediata.
Opiniones sobre la adopción de IA
En contraste, la Jackie Gerhart, vicepresidenta clínica de Epic, destacó la importancia de “empezar ahora”, argumentando que la tecnología ya es lo suficientemente avanzada como para generar beneficios inmediatos, y que quienes demoren podrían quedarse atrás. Por su parte, el Dr. Aaron Neinstein, endocrinólogo médico de Notable, cuestionó la exigencia de alcanzar una precisión del 99,99% en su uso. Afirmó que, tras turnos agotadores de 10 horas, los médicos también cometen errores, incluso si la tecnología es perfecta, lo que afecta la atención al paciente.
Impacto financiero en los hospitales
Trent Sanders, vicepresidente médico de Kyndryl, considera que la IA podría aliviar la crisis financiera que enfrentan muchos hospitales. Un informe de Kaufman Hall reveló que 37 hospitales en EE. UU. operan con pérdidas. Sanders cree que optimizar los flujos de trabajo mediante IA podría mejorar los márgenes de beneficio y evitar cierres.
La incertidumbre sobre el futuro de la IA en salud
La pregunta de si esperar o no por una tecnología más madura no tiene una respuesta clara. El futuro de la IA en el sector salud es incierto. Las instituciones buscan minimizar los riesgos asociados con nuevas tecnologías, pero insisten en que un retraso en la adopción podría tener consecuencias negativas a largo plazo. La clave radica en encontrar un equilibrio entre la seguridad y la garantía de que los avances tecnológicos realmente mejoren la calidad de la atención sin comprometer la seguridad de los pacientes.