Israel lanza operaciones terrestres en el sur del Líbano para desmantelar la infraestructura de Hezbolá, tras semanas de intensos bombardeos.
Israel ha comenzado operaciones terrestres en el sur del Líbano, según un anuncio del ejército israelí que detalla que el objetivo de esta acción es la destrucción de la infraestructura militar de Hezbolá en aldeas cercanas a la frontera entre ambos países. Esta decisión se produce tras semanas de intensos bombardeos, como reportó el diario The New York Times. Las tropas israelíes iniciaron su cruce de la frontera durante la madrugada del martes. En un comunicado emitido poco antes de las 2 de la mañana, el ejército israelí indicó que “la operación se centra en atacar sitios que representan una amenaza inmediata para las comunidades israelíes en el norte de Israel”, según lo recogido por Deutsche Welle.
La incursión terrestre se produce después de semanas de ataques aéreos que han resultado en cientos de muertes. Israel busca poner fin a un conflicto que se ha prolongado desde octubre del año anterior, cuando Hezbolá, en apoyo a Hamas, comenzó a atacar posiciones israelíes. Funcionarios del ejército israelí informaron que la invasión terrestre abarca inicialmente una estrecha franja de territorio en la frontera norte de Israel. Estos funcionarios, que solicitaron permanecer en el anonimato debido a la sensibilidad del asunto, señalaron que el avance fue liderado por pequeños grupos de comandos, respaldados por apoyo aéreo y de artillería desde Israel.
El plan de invasión fue aprobado en una reunión de gabinete que tuvo lugar la noche anterior, según indicaron las autoridades. Aunque la invasión es limitada en su alcance, existe la posibilidad de que se amplíe a una operación más extensa, dado que miles de soldados adicionales han sido desplegados en el norte de Israel en los días recientes. La zona militar cerrada decretada por el ejército israelí incluye tres aldeas israelíes que han sufrido daños significativos debido a bombardeos y ataques con cohetes provenientes del Líbano. Este territorio ha sido escenario de violentos enfrentamientos durante casi un año.
Un reportero del New York Times observó que al menos dos docenas de vehículos Humvee se dirigían hacia el área fronteriza. Las tropas estaban completamente equipadas, incluyendo gafas de visión nocturna. También se registró el movimiento de camiones logísticos y vehículos blindados hacia el norte. Israel ha declarado que el objetivo de estas operaciones es asegurar el norte del país y permitir que los miles de israelíes que han sido desplazados por los ataques puedan regresar a sus hogares. “Hemos sido claros en que nuestro objetivo es eliminar la amenaza que Hezbolá representa para nuestras comunidades”, afirmaron desde el ejército israelí.
En contraste, Estados Unidos ha solicitado un alto al fuego. El secretario de Estado, Antony Blinken, declaró que “el mundo es más seguro sin el líder de Hezbolá”, refiriéndose al abatimiento de Hasán Nasralá, líder de la organización libanesa, por parte de Israel. Sin embargo, Blinken también hizo un llamado a la desescalada del conflicto y abogó por una solución diplomática. Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había expresado previamente su oposición a las operaciones terrestres en Líbano y solicitó un cese inmediato de los enfrentamientos, afirmando que “es imperativo que encontremos una solución pacífica”.
Mientras tanto, en Líbano, el ejército ha comenzado a reposicionar sus tropas en el sur del país ante la amenaza de más incursiones israelíes. La cadena local Al Manar, vinculada a Hezbolá, reportó sobre “tiros de artillería israelí” cerca de pueblos fronterizos como Wazzani y el valle de Khiam. Además, las localidades de Naqura y Alma al Shaab también han sido blanco de ataques israelíes, según informó la agencia nacional libanesa de noticias. Estos pueblos están ubicados frente a las aldeas israelíes, que han sido declaradas zonas militares cerradas.