Estudio revela que la limpieza excesiva podría debilitar nuestras defensas inmunológicas, ¿qué opinan los expertos?

El impacto del exceso de limpieza en nuestra salud y bienestar.
El impacto del exceso de limpieza en nuestra salud y bienestar.

Una nueva investigación pone en tela de juicio la percepción común sobre la higiene doméstica. Lejos de ser un sinónimo absoluto de salud, el exceso de limpieza podría estar comprometiendo nuestras defensas inmunológicas, según afirman los microbiólogos Jack Gilbert y Erica Hartmann en un estudio reciente. Este trabajo destaca la importancia del equilibrio microbiano en los hogares y sus efectos en los seres humanos, informa Vanity Fair.

El microbioma del hogar: un ecosistema esencial

Cada hogar tiene su propio microbioma, que está formado por una variedad de bacterias, virus, hongos y arqueas. Estos microorganismos provienen de los habitantes humanos, las mascotas, el aire, el agua y el suelo. Incluso animales indeseados como cucarachas o ratones contribuyen a este universo microscópico. Los investigadores midieron que, en promedio, las personas liberan al ambiente 31 miligramos de masa microbiana y 37 millones de copias de genomas bacterianos por hora. Aunque existe una base común en todos los hogares, la composición varía según quienes los habitan y las características geográficas del entorno. Los investigadores señalan que esta diversidad es crucial para mantener un sistema inmunológico equilibrado. Sin embargo, una higiene excesiva puede reducir drásticamente esa diversidad, debilitando el organismo.

Higiene excesiva: un arma de doble filo

Durante décadas, la ciencia ha explorado la llamada hipótesis de la higiene, que plantea que una exposición adecuada a microorganismos desde edades tempranas “educa” al sistema inmunológico. Esto ayuda a prevenir respuestas exageradas como alergias y enfermedades autoinmunes, que atacan erróneamente los propios tejidos del cuerpo. En este contexto, el uso excesivo de desinfectantes y productos antimicrobianos puede tener consecuencias indeseadas. Según Hartmann, “cuanto más utilizamos antimicrobianos, más posibilidades tienen los microbios de desarrollar resistencia”. Además, muchas de las sustancias químicas presentes en estos productos no son inocuas y podrían generar riesgos adicionales. Si bien son esenciales en entornos críticos como hospitales, los expertos recomiendan moderar su uso en los hogares. Pretender eliminar todos los microorganismos es un objetivo imposible y contraproducente.

La conexión entre naturaleza y salud

Un hallazgo clave es que las viviendas rodeadas de naturaleza presentan beneficios significativos. Gilbert señala que estas casas están asociadas con una menor incidencia de asma y dermatitis atópica en niños. Por el contrario, las casas ubicadas en áreas urbanas, donde el contacto con la naturaleza es limitado, tienden a albergar microbiomas menos saludables. Esto subraya la importancia de reconectar con el medio ambiente como una estrategia para mejorar la salud a largo plazo.

Innovaciones en diseño arquitectónico

Inspirados por estos hallazgos, algunos arquitectos e investigadores están explorando innovaciones en el diseño de edificios. Richard Beckett, de la Bartlett School of Architecture de la University College London, trabaja en colaboración con materiales vivos que integren bacterias beneficiosas. Estos materiales incluyen cerámicas y morteros que incorporan microorganismos, ayudando a crear un entorno más probiótico. Se están probando técnicas de impresión 3D para construir superficies que favorezcan un ambiente saludable.

Replanteando nuestra relación con los microbios

El paradigma de que “más limpieza es igual a más salud” está siendo desafiado por investigaciones que muestran que la obsesión por los gérmenes, en un mundo con un aumento de enfermedades autoinmunes, podría ser un indicativo de que es momento de replantear nuestra relación con los microbios. La clave, según los expertos, es encontrar un equilibrio: sin una completa esterilización, los microbios nos ayudan a fortalecer nuestras defensas. Tal vez, la verdadera salud no resida en la eliminación total de microorganismos, sino en una coexistencia armoniosa con los habitantes de nuestro entorno.