El mundo de la moda ha sido testigo de la influencia de Karl Lagerfeld, un diseñador que dejó una huella imborrable en la industria. Conocido como el “Káiser de la moda”, Lagerfeld no solo fue un destacado creador, sino también un fotógrafo y editor, cuya vida estuvo marcada por un trasfondo familiar complejo y polémico. Nacido en 1933 en una familia noble en el norte de Alemania, su infancia estuvo marcada por los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial.
Desde una edad temprana, Lagerfeld mostró interés por la moda. A los 12 años, se trasladó a Francia para continuar su educación, donde su carrera en el mundo de la moda comenzó a tomar forma. Según Vogue, su primer trabajo significativo fue como asistente de Pierre Balmain, un reconocido diseñador francés. Durante su tiempo con Balmain, Lagerfeld ganó el Premio Internacional de Woolmark en la categoría de ‘Abrigos’, un reconocimiento que lo catapultó a la fama. En el mismo concurso, su amigo y rival Yves Saint Laurent se llevó el premio en la categoría de ‘Vestidos’.
Después de tres años con Balmain, Lagerfeld fue nombrado director artístico de Jean Patou en 1958, donde permaneció aproximadamente cinco años. En 1964, se trasladó a Roma para estudiar arte y trabajó en varias casas de moda, incluyendo Tiziano, Chlóe, Charles Jourdan, Krizia y Valentino, además de colaborar de manera independiente. Su carrera continuó en Fendi, donde se mantuvo activo hasta su fallecimiento. Su trabajo en Fendi y su posterior nombramiento como director creativo de Chanel consolidaron su reputación en la industria de la moda.
En 1982, Alan Wertheimer, presidente de Chanel, le ofreció a Lagerfeld la dirección creativa de la marca, que atravesaba un momento crítico tras la muerte de su fundadora, Coco Chanel. Vogue México detalla que Lagerfeld se convirtió en el rostro emblemático de Chanel, conocido por su distintiva apariencia, que incluía gafas de sol y un moño tirante. A lo largo de su carrera, Lagerfeld también lanzó su propia marca, “Karl Lagerfeld”, lo que reflejó su versatilidad y creatividad en el ámbito de la moda.
El 19 de febrero de 2019, Karl Lagerfeld falleció en París a la edad de 85 años, dejando un legado perdurable en la industria. En honor a su contribución, la MET Gala 2023 se tituló “Karl Lagerfeld: A line of Beauty”, celebrando su impacto en el mundo de la moda.
En cuanto a su vida personal, Lagerfeld provenía de una familia con un pasado complicado. Su padre, Otto Lagerfeld, era un próspero empresario alemán que fundó la compañía Lagerfeld & Co en 1919. Su madre, Elizabeth, era una violinista sueca y descendiente de un político local. Durante la Segunda Guerra Mundial, la familia mantuvo vínculos con el régimen nazi, ya que ambos padres eran miembros del partido Nacional Socialista. Sin embargo, tras enterarse de los horrores del Holocausto en 1941, Elizabeth comenzó a distanciarse de su ideología, aunque nunca renunció formalmente a su afiliación política. Otto Lagerfeld justificó su pertenencia al partido como una medida para proteger su negocio de leche condensada, que servía al Tercer Reich.
En su vida posterior, Lagerfeld se convirtió en un amante de los gatos, y su mascota, Choupette, una gata de raza birmana, se convirtió en una figura icónica. Tras su muerte, Choupette heredó aproximadamente 150 millones de euros, ya que Lagerfeld no tuvo hijos ni una pareja pública. La gata no solo es conocida por su conexión con el diseñador, sino que también ha lanzado su propia línea de productos, incluyendo vino y maquillaje, y ha participado en diversas campañas publicitarias. Antes de fallecer, Lagerfeld se aseguró de que Choupette estuviera bien cuidada, comprando una casa para una de sus cuidadoras con el fin de garantizar su bienestar.
La historia de Karl Lagerfeld no solo destaca su impacto en la moda, sino que también revela aspectos de su vida familiar y su herencia, así como la peculiar relación que mantuvo con su famosa mascota, que ahora representa una parte significativa de su legado.