Libro con documentos secretos revela cómo Brasil ayudó a derrocar a Allende

Incluye información oculta desde hace casi 50 años.

Brasil contra la Democracia. Así de claro es el título que escogió para su investigación el periodista Roberto Simon (O BRASIL CONTRA A DEMOCRACIA: A ditadura, o golpe no Chile ea Guerra Fria na América do Sul es el nombre original completo en portugués).

“El libro muestra cómo la dictadura militar brasileña trabajó activamente para socavar la democracia en Chile durante los años de Allende y, después de 1973, cómo ayudó a la junta militar gobernante a consolidar su poder. Brasil brindó apoyo directo a la dictadura de Pinochet”, dijo Simon en entrevista con National Security Archive.

Entre las revelaciones, respaldadas con documentos secretos que estuvieron ocultos por 48 años, se destacan las siguientes:

  • Primera reunión EEUU-Brasil: Pocos días después de la elección de Salvador Allende, el 4 de septiembre de 1970, el embajador de Estados Unidos en Chile, Edward Korry, se reunió con el embajador de Brasil en Santiago, Antonio Cândido da Câmara Canto, y compartió detalles de los esfuerzos iniciales de Estados Unidos para bloquear la investidura de Allende.

Por órdenes de la Casa Blanca -dijo Korry– la embajada estadounidense estaba pasando información hostil sobre Allende a los comandantes militares chilenos, y amenazaba con cortar la ayuda económica y los créditos si asumía la presidencia de Chile. La reunión del embajador Câmara Canto con Korry fue tan importante en Brasil, que el canciller Mario Gibson Barboza la resumió en un informe al líder del régimen militar, general Emílio Garrastazu Médici.

La ayuda de Brasil al derrocamiento de Salvador Allende: Archivos desclasificados revelan su rol en el golpe de Estado

  • Contacto estrecho entre ejércitos: El Ejército de Brasil estableció comunicaciones por un canal reservado con oficiales militares chilenos que se oponían a Allende, e incluso organizó -en secreto- que algunos de ellos viajaran a Brasil para discutir sobre la conspiración golpista.
  • Conexión directa con Patria y Libertad: Agentes brasileños establecieron vínculos con la organización terrorista Patria y Libertad. Y después que ese grupo protagonizara un fallido intento de Golpe de Estado -con un grupo pequeño de militares chilenos- en junio de 1970, Brasil brindó protección y asilo a sus altos mandos.
  • Participación en el plan del golpe de Estado: A través de información obtenida por Inteligencia, Brasil conoció detalladamente los primeros planes golpistas, incluyendo la identificación de los oficiales militares involucrados para derrocar a Allende. En una reunión celebrada en la Base Aérea El Bosque, el 2 de agosto de 1973, algunos oficiales chilenos analizaron los elementos del golpe militar brasileño de 1964 -que derrocó al presidente constitucional Joao Goulart- para ver qué de esa experiencia podrían utilizar para sus planes de tomar el poder.
  • Apoyo económico: Brasil también invirtió una considerable ayuda económica y créditos financieros para ayudar a la Junta Militar en Chile luego del Golpe de Estado. Se sabe que envió un total de más de US$1,2 mil millones (valor actual del dólar).
  • Importación de torturadores: Brasil envió un equipo de agentes de inteligencia a Santiago para participar en los interrogatorios a los que se sometió a algunos prisioneros del Estadio Nacional, el principal centro deportivo del país convertido en campo de detención masiva, tortura y ejecución después del Golpe. Según la investigación de Roberto Simon, la misión secreta fue dirigida por el coronel Sebastião Ramos de Castro, del Servicio de Inteligencia de Brasil (Serviço Nacional de Informações, SNI).

Esas son solo algunas de las revelaciones más crudas hechas por la investigación de Simon, que ponen en evidencia, una vez más, el trabajo conjunto de los militares sudamericanos durante los momentos más oscuros de nuestra historia reciente.