Este viernes 1 de febrero, en el Teatro Coliseo, se dará una cumbre musical entre bandas contemporáneas que tendrá notas de nostalgia, aunque también de novedades.

Saiko, Diacero y Lucybell se presentarán en un show en el que recordarán sus grandes éxitos y vivirán sus respectivas celebraciones. Luciano Rojas lo vivirá por partida doble, ya que es miembro de los dos primeros grupos y tiene mucho que contar sobre el escenario.

En el caso del conjunto que lidera junto a Denisse Malebrán, están celebrando 20 años de carrera —que se cumplen de manera oficial este 2019— y vienen de realizar una serie de conciertos para tributar el aniversario de Saiko y recordar los hitos más importantes de la banda. En tanto, con sus excompañeros de La Ley lanzó “Topografía”, el primer disco de Diacero, un rompecabezas de rock y electrónica armado desde distintas partes del mundo.

La iniciativa de reunir a los dos grupos con Lucybell tiene que ver con el momento que vive hoy la música en Chile, cuyos listados musicales (al menos en el streaming) están dominados por la música urbana. “Nos hizo harto sentido estar juntos por primera vez en el escenario compartiendo. Y, sobre todo, en una época en que el estilo que cultivamos no goza de los privilegios de la radiodifusión masiva. Entonces es una buena oportunidad de unir fuerzas y mostrar que estamos vivos y coleando. Tenemos mucho que mostrar todavía“, comentó Rojas en una entrevista telefónica con Textual.cl.

En el concierto vas a estar participando en dos grupos. ¿Cómo lo estás llevando?

Eso no tiene una planificación previa ni nada por el estilo. Al contrario, es la misma sorpresa, es el mismo entusiasmo que me causó hace un par de años atrás cuando decidimos con mis excompañeros de La Ley reunirnos en este proyecto de Diacero. También mantengo súper vigente lo de Saiko con Denisse y tenemos un montón de planes y estamos en un buen momento de nuestra carrera. Es un gran capital que tenemos, queremos aprovecharlo. Con harta comunicación y organización es factible llevar ambos proyectos. No me complica en lo absoluto y creo que a mis compañeros tampoco. Estoy orgulloso, feliz, viviendo un muy buen momento profesional y tanto así poder disfrutarlo en el mismo escenario… mejor aún. La idea es replicar este concierto en otros lugares de Chile y fuera también. Estamos bien entusiasmados todos.

Pero eso depende de los tiempos de cada uno. Por ejemplo, algunos integrantes de Diacero viven fuera de Chile.

Sin duda. Es súper entusiasmante todo esto, pero requiere de mucha comunicación y organización, de logística sobre todo. Uno vive en Estados Unidos, otro vive en México, el resto vive acá. Coordinarlo no es fácil, pero estamos trabajando bien, ordenadamente, con harta planificación. De esa forma se puede encaminar todo. No es ningún obstáculo.

¿Y ustedes cómo se están cuidando? Tomando en cuenta lo sucedido con Jorge González, Álvaro Henríquez ya está recuperado…

Tuvimos nuestra época de rock and roll, de rockstars (risas). La supimos sobrellevar, gracias a Dios. Ya somos gente grande, tenemos familia, tenemos hijos… muchos de nosotros tenemos hijos grandes. Son diferentes momentos en la vida, digamos, en términos profesionales es lo mismo, con otra experiencia y otra sabiduría. Pero esencialmente es lo que siempre hemos hecho y también lo sabemos hacer. La perspectiva de vida, como bien dices, los mismos cuidados que uno debe tener, es una etapa superada para todos nosotros.

Y también el inevitable paso del tiempo. Aprovechando un poco esto de las reflexiones de la vida, ¿cómo vivieron la muerte de Iván Delgado, en medio del clima de celebración de los 20 años de Saiko?

Fue algo bien impactante. En lo personal no tenía mucho contacto con él, por lo tanto la sorpresa fue mayor, fue algo terriblemente lamentable. El Iván siempre fue un gran poeta, uno de los grandes letristas de la música chilena y tuve la suerte de estar con él en hartos proyectos. Pero creo que a mí y a todo su entorno… bueno, no digo que el familiar y las amistades, sino más que nada laboral y profesional, creo que nos afectó muchísimo a todos. Era un gallo joven, que tenía mucho que decir todavía. Fue muy triste y muy lamentable.

Hablando de Saiko, ¿cómo evalúan la celebración de este aniversario y los últimos conciertos que han realizado?

Esto se traduce un poco en el año 2018. La idea de la celebración se generó a comienzos del año pasado y la idea era hacer una serie de hitos. Técnicamente nosotros cumplimos 20 años este año. Pero partimos con la celebración el año pasado puesto que teníamos hartos hitos que celebrar, varios discos, varios momentos. Ha sido muy energizante, porque la respuesta de la gente ha sido súper cariñosa, muy masiva en algunos momentos. Entonces ése es el alimento que tenemos los artistas. Independiente que estamos muy contentos de lo que estamos realizando como Saiko, el público nos recarga más el combustible. Fue un tremendo año y con todas las pilas para este 2019, que tenemos un montón de planes también. La idea es terminar de celebrar los 20 años con un gran concierto. Pero eso va a ser un poquito más adelante, a mediados de año, quizás en primavera. Pero vamos a estar realizando varios conciertos de celebración y preparando un disco nuevo, que es lo que estamos trabajando en estos días.

Los fanáticos de Saiko realizaron una campaña para que fueran al Festival de Viña. Finalmente la parrilla ya está armada. ¿Todavía persiste la ilusión de estar en ese festival o quizás en otro? ¿Qué opinas al respecto?

Eso se originó súper espontáneamente, como iniciativa de los “Saikoadictos“, que son nuestros más fieles seguidores de hace muchos años y cada vez se van sumando más. Pero fue una iniciativa que en realidad… (estamos) eternamente agradecidos, lo tomamos como algo casi divertido. Pero empezó a agarrar vuelo en las redes sociales, íbamos a los medios de comunicación, a la tele, a la radio y todo el mundo nos decía “Saiko a Viña”. Tuvo harta repercusión a nivel comunicacional. Ahora, el Festival de Viña no es algo que nos quite el sueño en ningún caso. Obviamente es un escenario importantísimo en Chile y a nivel latinoamericano sin duda. Pero sabemos que es un festival popular, es para la gente, para el rating. Entonces eso lo lleva la música urbana, los artistas clásicos. Nuestra música se puede catalogar como independiente, alternativa en algunos casos. Somos conscientes de eso. Y si no resultó ahora, no importa. Y si resulta alguna vez, maravilloso. Pero tenemos full actividades, compromisos y nos movemos en nuestro medio ambiente. Si surge la posibilidad de un festival masivo, bienvenido sea. Pero no trabajamos en función a eso.

Pasando a Diacero, sobre su nuevo álbum “Topografía”, hay un retorno al huevo, pero con un sonido más renovado. ¿Cuál fue la intención de este disco en lo musical? Porque en lo conceptual se sabía que ustedes no querían ser un “autotributo” a La Ley.

Cuando surgió la idea hace dos años, partimos tocando y el 70% era repertorio de La Ley, que es nuestro repertorio también. Pero no quisimos seguir haciendo esa cantidad de porcentaje, por el hecho de que nos íbamos a transformar en una banda de autotributo. La gente se confundía además, porque la imagen de Beto Cuevas siempre ha sido potente. Entonces pensamos que la mejor forma de hacer esta nueva etapa sería con material nuevo. Y en eso nos abocamos todo el 2017. Trabajamos durante todo ese año en el disco, lo que nos tiene contentos y satisfechos. Tenemos una forma de hacer música, no sabemos hacerla de otra forma, por lo tanto va a tener reminiscencias de lo que siempre hizo La Ley, porque éramos los compositores de las canciones del grupo. Tiene ese aire, tiene ese color. Pero a eso había que sumarle toda la experiencia que hemos tenido durante estos largos años. Y también la tecnología, que es un tema súper influyente en la música que se hace hoy en día.

De hecho ustedes contaron que se comunicaron desde la distancia, se mandaban material…

Eso es bien curioso y entretenido al mismo tiempo. Como vivimos geográficamente separados, el disco se trabajó íntegramente por internet. Hace 20 años este disco no lo hubiéramos podido hacer de esta forma. Fue muy desafiante, sin duda, pero al mismo tiempo entretenido. Acá todos somos compositores y productores. Más encima tenemos toda una vida en común durante tantos años. Entonces ya hay un lenguaje que manejamos juntos y que nos llevó a hacer posible este trabajo. No es fácil hacerlo de esta forma, pero el resultado nos tiene satisfechos.

En resumen, ¿el disco cumple con la intención de reunirte con tus excompañeros y remitirse a lo que en un inicio quisieron como grupo? Esto, a propósito del sonido electrónico de las canciones.

Sin duda, cada uno tiene sus influencias particulares. Ese carácter electrónico se lo entrega Coti Aboitiz. Con (Mauricio) Clavería le damos la parte más brutal, más de cuerpo, el ritmo. Y el (Pedro) Frugone hace la parte de producción musical, de las cuerdas. Cada uno entrega sus ingredientes, es una gran sopa en la que cada uno de nosotros entregamos lo que sabemos hacer, nuestras especialidades. Y de más está decir el gran aporte que hace Ignacio Redard.

En el caso de Ignacio, que es el más joven, ¿cómo ha sido trabajar con él en este tiempo?

Ha sido un agrado trabajar con él, es una persona muy afable, muy acogedora. Es una persona encantadora. Y es un artistazo, porque él es productor, es un tremendo cantante y un gran poeta también. Escribe unas letras preciosas. Tampoco fue algo complicado, porque nuestro vínculo con Ignacio ya viene de hace harto tiempo atrás, mucho antes de Diacero. Él tiene un proyecto con Rodrigo que se llama Plugin, un dúo synth pop que está detenido por el momento y ellos lo tienen guardadito. Después trabajamos juntos en el cortometraje que hizo Germán Bobe, en homenaje a su hermano Andrés. Ahí participamos todos en la música, en la postproducción de audio. Ya nos conocíamos y sabíamos que si se hacía un grupo de este tipo, Ignacio era el hombre.

Ya nos contaste lo que se venía para Saiko. ¿Qué pasará en el caso de Diacero?

Nuestra visita al norte, lo que es Estados Unidos, México y Puerto Rico. El gran capital que tenemos nosotros invertidos es en esa zona. De hecho, el lanzamiento oficial de “Topografía” lo hicimos a través de la radio de rock más importante de Puerto Rico. Tenemos una carrera allá, la gente todavía guarda mucho cariño y gratos recuerdos de lo que hicimos allá. También tenemos un kilo de invitaciones para presentarnos, ir a mostrar nuestro nuevo trabajo. Entonces calculo que si las cosas van andando bien, entre abril o mayo ya estaríamos dando los primeros pasos con Diacero allá en el norte, que es lo prioritario. Geográficamente es enorme, hay un montón de ciudades que visitar, una enorme cantidad de medios para hacer promoción. Es mucho trabajo, pero estamos emocionados y entusiasmados de capitalizar esa herencia que dejamos allá.

A todo esto, ¿en algún minuto van a descansar?

Buena la pregunta (risas). La verdad es que puedo hablar a título personal, pero creo que represento el sentimiento de todos mis compañeros. Esto es lo que nos gusta hacer y si tenemos a estas alturas la oportunidad de seguir trabajando en lo que nos gusta y lo que amamos, no hay ningún pero ni cansancio que valga la pena. Por ahora no hay ningún momento de descanso, para nada.