
Diego Schwartzman participó en el Río Open 2025 con el objetivo de promocionar la indumentaria deportiva que lo ha acompañado a lo largo de su carrera. Durante su visita, el tenista firmó autógrafos y se tomó fotografías con los aficionados, justo antes de que las presentaciones argentinas dominaran las semifinales del torneo que se llevaron a cabo el sábado. En el año 2018, el Peque había cosechado un gran cariño por parte del público local, lo que se hizo evidente cuando un joven preguntó a uno de los encargados de seguridad: “¿Quién es ése entre tantas personas?”, refiriéndose a Schwartzman. Este momento fue una oportunidad para que el personal aclarara al niño quién era el destacado deportista.
Unos minutos antes de su aparición, el exnúmero tres del mundo participó en una breve exhibición junto a un proyecto local que incluye a Joao Fonseca, Gustavo Fernández y Daniel Rodríguez, quienes son jugadores de tenis adaptado. La exhibición tuvo lugar bajo el sol, mientras las sombras de las tribunas se proyectaban sobre la cancha central Guga Kuerten, que se encuentra frente al icónico Cristo Redentor en el alto Cerro Corcovado. Este evento marcó el inicio de una jornada que también incluyó a otros tenistas como Sebastián Báez, quien se presentó en la sala de prensa con una camiseta de estilo NBA que llevaba el número del día anterior.
El jugador, que es el actual campeón del certamen carioca, comentó: “Parece que nos vamos a dedicar al básquet”, a lo que respondió con humor: “¡Uhm! No creo que me dé la altura”. Báez, quien volverá a competir el domingo para intentar retener la corona que ganó hace un año, también compartió una anécdota sobre su entrenador, Guti – Sebastián Gutiérrez – quien, según Báez, “no le gusta” que lo llamen así. El tenista se siente cómodo en Brasil, afirmando: “Siempre tuve buenos resultados aquí, en Futures, challengers y ATP”. Recordó haber ganado una final M25 contra Tomás Etcheverry en Campinas, y destacó que, a pesar de las circunstancias del torneo, entrenar en Brasil le hace sentir muy a gusto.
Báez también se refirió a la importancia de su figura familiar y su entrenador, mencionando que “es nada enseña fuera porque dentro hay que ponerlo entre comillas, es fácil, cuando afuera está bien o intenta estar bien”. Aclaró que, aunque son tenistas, primero son personas, y que su ideología de trabajo se centra en mejorar como persona para poder ser un mejor jugador. En cuanto a sus cábalas, el tenista explicó: “Para mí, cada partido es totalmente distinto, tengo algo que relaciono”, y concluyó con una sonrisa: “si me preguntas sobre cábalas, la respuesta es que no tengo”.
Al finalizar la conferencia, un grupo de niños brasileños, acompañados por sus padres, esperaban con un cartel hecho a mano que decía “Let’s go Báez”. Estos niños habían saludado previamente al tenista, quien se mostró amable al recibir saludos, fotos y preguntas. Uno de los niños se atrevió a preguntarle: “¿A qué edad tomaste la raqueta por primera vez?”, a lo que Báez respondió: “Tenía dos años, metí cuatro”. En medio de las explicaciones sobre su sentimiento al ganar, otro niño le preguntó si le gustaba el fútbol, a lo que Báez respondió afirmativamente: “¡Sí!”. El padre del niño aprovechó para preguntar: “¿Messi o Maradona?”, y Báez, eligiendo sus palabras, dijo: “¡Muy difícil! Soy fanático de los dos”.
Por otro lado, Francisco Comesaña se encontraba intentando superar a Alexander Müller en el Challenger 125 de Rosario, donde había tenido un desempeño en las primeras rondas. Sin embargo, su participación se vio interrumpida por una derrota. En el torneo, otros argentinos como Tommy Etcheverry y Cerúndolo también enfrentaron derrotas, lo que dejó a la delegación argentina con pocas opciones de avanzar hacia el título. Comesaña comentó sobre su estado físico: “Entré un poco cansado, pero me di cuenta de que pude pelear”, y aunque no ocultó que la derrota duele, se mostró orgulloso de su esfuerzo: “Uno trabaja todos los días para que las cosas salgan y cumplir los sueños de la vida”.
Finalmente, el tenista marplatense reflexionó sobre la experiencia: “Estoy contento conmigo, porque, a pesar del resultado, dejé todo y traté de ganar”. En la despedida, el fútbol volvió a ser tema de conversación cuando le preguntaron: “¿Cómo salió Aldosivi?”, a lo que Comesaña respondió: “Ganó Boca”, mostrando resignación mientras firmaba pelotas de tenis. La jornada de semifinales concluyó, dejando a los argentinos con la esperanza de que sus compatriotas puedan mostrar un buen desempeño en la disputa por el título.