La transformación del mercado automotor argentino: ¿adiós a las cajas de cambios manuales?

Aprende a dominar la conducción con caja automática en tres sencillos pasos.
Aprende a dominar la conducción con caja automática en tres sencillos pasos.

La evolución de las transmisiones automáticas en el mercado automotor argentino ha sido notable, especialmente en un contexto donde la mayoría de los modelos disponibles ya no ofrecen versiones con caja de cambios manual. Este cambio se debe a las transformaciones significativas que ha experimentado la industria automotriz a nivel global. A pesar de que Argentina ha mostrado una resistencia cultural hacia las transmisiones automáticas durante muchos años, la llegada de las cajas CVT (Transmisión Variable Continua) ha comenzado a cambiar esta percepción. Estas transmisiones, que no requieren embrague ni cambios de marcha, se han vuelto responsables de una mayor eficiencia en el consumo de combustible y han permitido a los fabricantes ofrecer versiones más accesibles en la gama baja y media sin alterar significativamente el precio de venta.

La aceptación de las transmisiones automáticas

Con el aumento de la oferta de vehículos con transmisión automática, los consumidores han comenzado a aceptar esta opción, incluso aquellos que eran escépticos. La tendencia hacia las transmisiones automáticas se ha visto impulsada por la necesidad de comodidad en el tránsito urbano y la reducción del consumo de combustible y las emisiones de gases contaminantes. Sin embargo, es fundamental que los conductores comprendan cómo utilizar correctamente estas transmisiones para maximizar su eficiencia.

Consumo de combustible y manejo adecuado

El consumo de combustible en un vehículo automático puede ser similar al de un vehículo manual, siempre y cuando el conductor realice los cambios en el momento adecuado. Si el motor sube de revoluciones en exceso, se generará un mayor consumo de combustible. En entornos urbanos, la transmisión automática puede ser más eficiente, ya que el vehículo acelera con poco recorrido del pedal del acelerador, lo que permite trabajar a bajas revoluciones por minuto (RPM). Si el conductor presiona el pedal de manera más profunda, el sistema electrónico prioriza una respuesta rápida, lo que puede aumentar el consumo.

Una vez que se alcanza la velocidad de crucero deseada, es recomendable aliviar la presión sobre el pedal del acelerador para mantener una velocidad constante y reducir el consumo de combustible. Este aspecto tiene dos caras: por un lado, la transmisión automática es incomparablemente más cómoda, especialmente en situaciones de tráfico intenso, donde se requiere detenerse y arrancar constantemente. Por otro lado, los conductores deben prestar atención a la selección de marcha, ya que es común que olviden cambiar de la posición de avance a reversa al descender de un vehículo. Un incidente reciente en Buenos Aires, donde un conductor de una pick-up Toyota Hilux olvidó poner el vehículo en posición de estacionamiento, resultó en que la camioneta se movió hacia atrás y chocó contra un edificio.

Innovaciones en el diseño de transmisiones

Para abordar algunos de estos problemas, se han implementado sistemas como el “Rotary Shifter”, que es un mando en forma de rueda que permite seleccionar entre los modos de estacionamiento (P), conducción (D), neutro (N) y reversa (R). Este sistema, que puede ser mecánico o automático, facilita la transición entre las diferentes posiciones y ayuda a prevenir accidentes.

Los costos asociados a las reparaciones de transmisiones automáticas han sido un tema de debate. Aunque históricamente estas transmisiones eran consideradas costosas y complejas, la tecnología ha avanzado significativamente en los últimos 30 a 40 años. Hoy en día, aunque existen sistemas muy sofisticados en vehículos de alta gama y deportivos, también hay versiones más accesibles en el mercado que ofrecen un rendimiento similar. Por ejemplo, el nuevo Renault Kardian B-SUV, que tiene un precio de $30.000.000, ha demostrado un excelente desempeño.

Además, el proceso industrial ha permitido que la producción a gran escala reduzca los costos para los usuarios. Sin embargo, la gestión electrónica ha reemplazado algunas funciones que antes eran hidráulicas, lo que ha generado una reducción en los costos de mantenimiento y ha facilitado el uso de estas transmisiones en una mayor variedad de vehículos.