El pasado viernes se conoció que la británica Virginia McCullough pasará el resto de su vida en la cárcel. La mujer de 36 años impactó a su país en 2023, tras revelarse un brutal crimen. Fue el 17 de septiembre de ese año cuando ella confesó haber matado a sus padres, para luego vivir con sus cadáveres por un total de cuatro años.
De acuerdo a BBC, por meses McCullough urdió un plan para deshacerse de sus progenitores, John (71) y Lois (70), y así poder acceder a los ahorros que ambos habían juntado en sus años de trabajo. Aquello se llevó a cabo el 8 de junio de 2019 en la casa de la familia en Chelmsford. La aludida se encontraba desempleada y mentía constantemente al matrimonio, asegurando que estaba bien económicamente.
De esta forma, una tarde vertió un cóctel de fármacos en una taza de té que posteriormente bebió su padre. Acto seguido, atacó a su mamá con ocho puñaladas. Los cadáveres fueron escondidos, inicialmente, dentro de un armario en la casa. Días después ella misma rompió una pared y creó un agujero, donde depositó los cuerpos y los tapó con kal, para evitar que emanara mal olor.
Virginia McCullough murdered her parents John and Lois and hid their bodies for four years. She plundered their bank accounts and pensions as their bodies lay rotting in the family home. She has siblings and other family members so how TF did she get away with it for so long? — Lorraine King (@lorrainemking) October 11, 2024
Caso de Virginia McCullough
La Fiscalía de Reino Unido determinó que la involucrada gastó hasta 150.000 libras de los ahorros de sus papás, además de dilapidar tarjetas de crédito. Asimismo, urdió un plan para ocultar a la familia el hecho, respondiendo todos los mensajes de WhatsApp en los teléfonos de ambos, e inventando mentiras como que pasaban varias temporadas viviendo en el extranjero.
No obstante, todo acabó cuando dos de sus hermanos denunciaron una posible desaparición de los adultos mayores, debido a que no tenían noticias de ellos hace bastante tiempo. Asimismo, el médico de cabecera quiso preguntar expresamente por John, debido a que tenía que someterse a controles de salud, a los cuales dejó de asistir.
Una vez que la policía se apostó en el lugar, el año pasado, Virginia McCullough no tuvo otra alternativa que asumir el horrendo crimen. “Sé por qué están aquí, mi padre está ahí dentro, yo le asesiné, mi madre está al lado”, indicó en ese entonces.
En el juicio, la mujer fue evaluada por el psiquiatra inglés Nigel Blackwood, quien determinó que “tenía personalidad narcisista y rasgos de una potencial psicópata”. “La falta de empatía emocional, junto con la naturaleza insensible de las agresiones mortales, representa una prueba de la experiencia afectiva deficiente que se encuentra más típicamente en las personalidades psicopáticas”, expuso.
Finalmente, McCullough se declaró culpable de los dos crímenes y recibió la condena antes mencionada.