
En el contexto de la investigación sobre la biología reproductiva de los mamíferos, un nuevo estudio realizado en Argentina ha revelado que las hembras de vizcacha, una especie nativa de la región pampeana, pueden liberar hasta 326 óvulos en un solo ciclo, un número excepcionalmente alto para un mamífero. Este hallazgo fue publicado en la revista Journal of Experimental Zoology Part A: Ecological and Integrative Physiology, bajo la editorial Wiley. El fenómeno, conocido como poliovulación, se considera una adaptación evolutiva que maximiza las probabilidades de fertilización en un entorno impredecible, lo que podría ser un mecanismo clave para la supervivencia de la especie.
Descripción de la vizcacha y su hábitat
Las vizcachas, cuyo nombre científico es Lagostomus maximus, habitan en zonas de pastizales y regiones semiáridas del sur de América del Sur. Estas criaturas se caracterizan por tener un cuerpo robusto, un pelaje denso y una larga cola. Su dieta se compone principalmente de plantas herbáceas. Las vizcachas son animales sociales que suelen vivir en colonias organizadas, lo que les proporciona protección contra depredadores y facilita la reproducción. Durante la primavera y el verano, se produce el período reproductivo, en el cual las hembras ovulan y liberan óvulos que pueden ser fecundados para producir crías.
Investigaciones previas sobre la poliovulación
En la década de 1970, la zoóloga inglesa Barbara Weir dedicó su trabajo a estudiar los sistemas reproductivos de mamíferos sudamericanos, incluyendo a las vizcachas. Durante su investigación, logró capturar y llevar a Inglaterra a estos animales, donde los reprodujo exitosamente en condiciones controladas. Weir reportó que las vizcachas podían liberar entre 200 y 800 óvulos por ciclo, lo que llamó la atención de la comunidad científica.
El nuevo estudio y sus hallazgos
El equipo de investigación actual, que incluye a Alfredo Vitullo, doctor en biología e investigador del Conicet y del Centro de Estudios Biomédicos, Básicos, Aplicados y Desarrollo (CEBBAD) de la Universidad Maimónides en Buenos Aires, se propuso verificar la precisión de los datos de Weir utilizando tecnologías modernas. Para ello, estudiaron a las vizcachas en su hábitat natural y dividieron a los sujetos según diferentes tratamientos experimentales. A algunas hembras se les administró una hormona para inducir la ovulación, mientras que a otras se les aplicó plasma seminal para evaluar su efecto en la reproducción.
Una vez inducida la ovulación, los investigadores realizaron procedimientos quirúrgicos para extraer los ovarios de las hembras y examinaron los oviductos bajo microscopio, analizando la calidad y maduración de los óvulos. Se observaron características morfológicas y posibles defectos, y se verificó el desarrollo activado de la partenogénesis. La metodología utilizada permitió confirmar que los altos números de óvulos reportados por Weir en 1970 eran correctos, aunque el estudio actual encontró que la media era de 154 óvulos, con un rango de 29 por ciclo.
Implicaciones del estudio
El equipo de investigación, que incluye a Noelia Leopardo, Pablo Inserra, Mariela Giacchino, Daira Caram y Miguel Willis, identificó dos tipos de ovulación en las vizcachas: espontánea e inducida. La ovulación espontánea resulta en óvulos viables para la fertilización, mientras que aunque el número de óvulos liberados es impresionante, no todos son aptos para la fecundación. Una proporción significativa de los óvulos presentaron anomalías, lo que sugiere un mecanismo selectivo en la ovulación que maximiza la calidad de los óvulos liberados.
Este hallazgo tiene implicaciones importantes para comprender la biología reproductiva de las especies, incluidos los humanos. Según Vitullo, “los resultados de nuestro trabajo no solo revelan detalles fascinantes sobre la vizcacha, sino que también sugieren implicancias en la biología reproductiva de los mamíferos y en la medicina humana”. El estudio podría ofrecer pistas para entender mejor patologías como el síndrome de ovario poliquístico y la menopausia precoz, que son difíciles de estudiar en investigaciones con seres humanos.
El diálogo con Claudio Barbeito, del Laboratorio de Histología y Embriología Descriptiva y Comparada de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata, destacó que la poliovulación es un fenómeno muy interesante. Barbeito, quien es editor de un libro completo sobre el tema en Nature Springer, mencionó que el promedio de crías nacidas por camada suele ser de 2, lo que ayuda a conocer mejor este modelo y su relevancia en investigaciones relacionadas.