
“Aquí se viene a trabajar, no a hacer amigos”. En el mundo laboral esta idea suele estar presente como una forma de demostrar compromiso y productividad. Como una manera de decir que al trabajo no se va a perder el tiempo. Sin embargo, las relaciones de amistad en un equipo de trabajo provocan un efecto positivo tanto para los trabajadores como para las organizaciones.
En el marco de las conmemoraciones de un nuevo Día de la Amistad, el tema vuelve a cobrar fuerza y pone en perspectiva los beneficios de fomentar lazos de amistad y buenas relaciones al interior de los equipos de trabajo.
“Tener amigos en el trabajo es posible y es algo que se puede estimular cuando se busca generar ambientes de trabajo saludables y contar con equipos con altos niveles de productividad y satisfacción laboral”, resumió el director asociado de Robert Half Chile, Caio Arnaes.
¿Cuáles son los beneficios de tener amigos en el trabajo?
La amistad entre compañeros de trabajo puede conllevar una serie de factores positivos al interior de una empresa. Entre ellos, Arnaes destaca:
- Mayor compromiso – las relaciones basadas en amistad pueden generar una conexión más fuerte y mayores grados de respeto y consideración entre los integrantes de un equipo de trabajo.
- Aumento de la productividad – las buenas relaciones propician condiciones más favorables para que el trabajo fluya en base a lazos mayores de confianza y buena onda entre compañeros.
- Mejor ambiente y satisfacción laboral – los entornos donde priman lazos de amistad tienden a ofrecer condiciones que favorecen un mayor nivel de colaboración, de comunicación, donde la contención y el apoyo mutuo que pueden ofrecer los lazos de amistad en momento difíciles o exigentes son fundamentales.
- Red de contactos – los amigos no se restringen solamente al equipo. Además, se expanden más allá de la empresa, donde se teje una red de contactos para las funciones laborales como tal, resolución de problemas y una serie de vínculos que requieren de la cooperación mutua.
Factores de riesgo
A su vez, el especialista advirtió algunas condiciones que es importante considerar a la hora de poner en la balanza el valor de la amistad en el ambiente laboral. A su juicio, es clave:
- Liderar con el ejemplo – mostrando e inspirando al equipo conductas y resultados positivos, además de sostener con hechos aquellos que se le pide a los demás. El liderazgo requiere esa responsabilidad y es fundamental siempre tenerla presente y aplicarla.
- Establecer límites – para evitar que la amistad interfiera las relaciones personales y grupales o eventuales abusos de confianza, manteniendo el profesionalismo y los criterios objetivos, alejando posibles favoritismos o situaciones que puedan perjudicar el trabajo y el clima laboral.
- Respetar las jerarquías – manteniendo el respeto y la distancia profesional, en el marco ético que requiere la situación y el ambiente de trabajo.
- Comunicar con claridad – expresando objetivamente las expectativas y límites, lo que ayuda a evitar malentendidos y conflictos.
En definitiva, la amistad en el trabajo es un factor beneficioso, desde que bien manejada. Si bien es cierto que al trabajo se va a trabajar, siempre será mucho mejor hacerlo en un ambiente agradable, “donde primen las buenas relaciones y lazos de respeto y cordialidad que son más fáciles de alcanzar cuando la amistad entre compañeros está presente”, concluyó Arnaes.