
El Gobierno de Alemania ha convocado a su embajador en Teherán, Markus Potzel, en respuesta a la ejecución del disidente germano-iraní Jamshid Sharmahd, quien fue acusado por las autoridades iraníes de haber participado en varios atentados terroristas en el país. Esta acción se enmarca dentro de una protesta formal por parte de Berlín, que ha expresado su condena a la ejecución de manera contundente y ha indicado que se reserva el derecho a “tomar medidas adicionales” si lo considera necesario. Además, el Gobierno alemán ha convocado al embajador de Irán en Alemania, Mahmud Farazandé, para expresar su descontento por la situación.
Reacciones del Gobierno alemán
La ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, ha subrayado que Sharmahd fue “secuestrado en Dubái y trasladado a la fuerza a Irán”, donde estuvo encarcelado durante años sin un juicio justo. En sus declaraciones, Baerbock lamentó que “lo peor que podría pasar ha sucedido” y ofreció sus condolencias a la familia de Sharmahd por esta “pérdida tan terrible”. La ministra también destacó que la Embajada de Alemania en Teherán ha estado trabajando de manera constante en este caso.
Contexto de la ejecución
La ejecución de Sharmahd ha sido calificada como una “noticia horrenda” por la activista Gissou Nia, quien a través de su cuenta de Twitter expresó que tanto el Gobierno alemán como el estadounidense no lograron salvarlo. En su mensaje, Nia mencionó que los hijos de Sharmahd, Gazelle y Shayan Sharmahd, hicieron todo lo posible para intentar salvar a su padre.
Advertencias del Gobierno alemán
En un comunicado, Annalena Baerbock afirmó que se enviaron altos funcionarios del Ministerio de Exteriores a Teherán en varias ocasiones para abordar este asunto, dejando claro que la ejecución tendría “graves consecuencias”. La ministra advirtió que este acto evidencia que el poder en Irán está en manos de un “régimen inhumano” que castiga tanto a su población como a ciudadanos extranjeros, llevándolos a la muerte. Además, enfatizó que “nadie está seguro en Irán incluso bajo el nuevo Gobierno”.
Posición de las autoridades iraníes
Por su parte, las autoridades iraníes defienden la ejecución de Sharmahd argumentando que él era el líder del grupo Tondar, considerado una organización terrorista en Irán. El Gobierno iraní lo acusa de estar detrás de varios atentados que habrían sido ordenados desde el exterior. Este grupo, que tiene su sede en Estados Unidos, busca restaurar la monarquía que fue derrocada durante la Revolución Islámica de 1979. Las autoridades iraníes atribuyen a Tondar la responsabilidad de aproximadamente una veintena de ataques, de los cuales cinco habrían tenido éxito.