Shigeru Ishiba, reelecto primer ministro, liderará Japón en una era de incertidumbre política

Shigeru Ishiba
Shigeru Ishiba

El Parlamento de Japón reeligió este lunes a Shigeru Ishiba como primer ministro, a pesar de que su coalición ha perdido la mayoría absoluta en los recientes comicios. Ishiba recibió un total de 221 votos a favor de los 465 escaños que componen la Cámara Baja, en una segunda ronda de votación donde competía contra Yoshihiko Noda, el líder principal de la oposición, quien obtuvo 160 votos.

Un gobierno en una posición debilitada

Con esta reelección, Ishiba se convierte en el primer ministro que liderará un gobierno en minoría en Japón en aproximadamente tres décadas. Este hecho es significativo, ya que es la primera vez en 30 años que se requieren dos rondas de votación en la Cámara Baja para elegir al primer ministro. Esta situación refleja la inusual e incierta fase política que enfrenta Japón, especialmente después de que el Partido Liberal Demócrata (PLD), que ha gobernado casi ininterrumpidamente desde 1955, sufriera una derrota electoral en los comicios anticipados del 27 de octubre, convocados por el propio Ishiba tras ganar las primarias de su partido.

Contexto político y desafíos

Ishiba, de 67 años, asumió el liderazgo de un PLD que atraviesa una profunda crisis de liderazgo desde la renuncia del histórico Shinzo Abe en 2020. Este partido ha estado marcado por sucesivos escándalos, siendo el más reciente un caso de corrupción que ha influido en el descontento de los votantes. A pesar de sus promesas de reformismo y honestidad, así como del equipo de gobierno que formó a principios de octubre, compuesto por figuras veteranas y continuistas, no logró recuperar la confianza de los electores. En los últimos comicios, el PLD obtuvo su peor resultado desde que perdió el poder en 2009.

La nueva legislatura y la necesidad de alianzas

La coalición liderada por Ishiba se verá obligada a buscar el apoyo de otros partidos para avanzar en iniciativas legislativas clave. Ya ha comenzado negociaciones con otras formaciones conservadoras y de centro-derecha. Sin embargo, el aumento en representación de partidos como el Partido Democrático Popular les otorga una posición más fuerte para desafiar al nuevo gobierno desde la oposición, así como para exigir la inclusión de sus propuestas en la agenda legislativa, lo que condicionará el desarrollo de la nueva legislatura.