
El primer ministro francés, François Bayrou, anunció este martes ante la Asamblea Nacional que se reanudarán las negociaciones con los sindicatos y las asociaciones de empleadores de Francia sobre la reforma de pensiones impulsada por el presidente Emmanuel Macron.
Reforma de pensiones y su contexto político
Después de meses de inestabilidad política en el país, Bayrou enfrenta un momento crucial para la continuidad de su recién formado Gobierno. La reforma de pensiones, que ha generado controversia, se presenta como el principal obstáculo para obtener el apoyo de los socialistas y evitar una moción de censura similar a la que llevó a la caída de su predecesor.
En su discurso, Bayrou se comprometió a “volver a trabajar” en la reforma de pensiones de 2023, que propone un aumento gradual de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años. El primer ministro expresó su deseo de abrir un debate “sin tabúes”, siempre que se mantenga la “exigencia” de equilibrio financiero.
Compromiso con el diálogo social
Durante su intervención ante la Asamblea Nacional, Bayrou afirmó que es posible encontrar “vías para avanzar” en la reforma, que busca establecer un modelo “más justo”. “Por lo tanto, opto por volver a poner este tema sobre la mesa, con los interlocutores sociales, durante un breve periodo de tiempo y en condiciones de transparencia”, declaró a los diputados.
El primer ministro añadió: “Podemos buscar una nueva vía de reforma, sin tótems ni tabúes, ni siquiera la edad de jubilación”, aunque advirtió que no se debe comprometer el equilibrio financiero. Bayrou también mencionó las opciones presentadas por los interlocutores sociales, afirmando que “todas las cuales merecen ser exploradas” y que “todas las preguntas deben poder plantearse”.
La deuda como preocupación central
En su discurso, Bayrou subrayó que la creciente deuda del país representa una “espada de Damocles” que amenaza a las generaciones futuras. El nuevo “cónclave” encargado de explorar un nuevo pacto de pensiones deberá proponer un acuerdo que sea financieramente equilibrado.
Este discurso se produce tras un tumultuoso 2024 para Francia, cuando Macron sorprendió al país al convocar elecciones anticipadas, resultando en la pérdida de su mayoría funcional en el parlamento justo cuando las finanzas públicas se descontrolaron en la segunda economía más grande de la zona euro.
El gobierno de Bayrou, que se formó el mes pasado tras el colapso de la administración de su predecesor, busca obtener garantías de algunos partidos de oposición, especialmente de los socialistas, para que no voten en contra de su presupuesto para 2025 ni intenten desestabilizar su frágil gobierno. Los socialistas, que en diciembre rechazaron las propuestas presupuestarias anteriores junto con diputados de extrema derecha, han hecho concesiones en la reforma de pensiones de 2023 como condición para recibir apoyo.