
En la madrugada del 7 de noviembre, un amplio despliegue policial tuvo lugar en Trujillo, al norte del Perú, con el objetivo de desmantelar al brazo armado de la banda criminal conocida como Los Pulpos, que ha extendido su influencia hacia Chile y otros países de la región. La intervención de la Policía Nacional se llevó a cabo en varios puntos estratégicos de la ciudad, marcando un esfuerzo significativo en la lucha contra el crimen organizado. Entre los detenidos se encontraba Elizabeth Llaure Fernández, de 29 años, apodada La Madrina o Almendra, quien fue identificada como una figura clave en la coordinación de actividades delictivas, incluyendo secuestros, extorsiones y homicidios selectivos para la banda.
La doble vida de La Madrina
Las investigaciones revelan que Almendra está implicada en el doble homicidio de Eder Luciano Castillo y Elvis Zavaleta Aranda, presuntos miembros de una banda rival, ocurrido en septiembre del año anterior. La fiscalía sostiene que proporcionó a los sicarios de Los Pulpos su pistola de reglamento para llevar a cabo el crimen. La fiscal Jenifer Ludeña declaró: “Se ha establecido que una de las armas incautadas el día de su intervención pertenecen a una policía que ha hecho abandono de servicio”.
El coronel de la PNP, Víctor Revoredo, quien es una figura prominente en la lucha contra el crimen organizado en Trujillo, expresó su descontento por la traición de La Madrina y otros agentes involucrados, como Daniel Saavedra Carrión y Anderson Horna Alvarado. Revoredo afirmó: “El policía que traiciona los intereses de los ciudadanos, sea hombre o mujer, no tiene ningún espacio en la institución”. Actualmente, Revoredo es un objetivo para bandas como Los Pulpos, que han puesto recompensas por su captura.
Poder a punta de miedo y bala
La participación de Almendra en la organización criminal no se limitaba al suministro de armas; también fue vista en actividades de planificación de extorsiones y en la identificación de posibles víctimas. Uno de los casos más notorios fue el de un empresario conocido como Maflow, quien fue asesinado gracias a la información que ella proporcionó. Este nivel de colaboración permitió a Los Pulpos llevar a cabo una serie de delitos y controlar amplias áreas del norte del Perú mediante la violencia.
La vivienda de Almendra, ubicada en Florencia de Mora, Trujillo, fue objeto de un allanamiento, donde se encontraron cajas de municiones de calibre 380, lo que evidenció su conexión con el tráfico de armas. Este hallazgo fue interpretado por las autoridades como una confirmación de su vida delictiva.
A la caza de Los Pulpos
El operativo en La Libertad fue liderado por un equipo especializado que llegó desde Lima. A diferencia de otras intervenciones, este grupo actuó con sigilo y logró capturar a varios miembros clave de la organización. Entre los arrestados se encontraba Edwar Smit Medina Llerena, conocido como Kukin, quien es sospechoso de haber ordenado cerca de veinte homicidios y es considerado cercano al líder de la banda, Jhonsson Cruz Torres, apodado Jhonsson Pulpo, quien se cree que se encuentra en Chile.
La policía sospecha que Kukin mantenía una relación sentimental con La Madrina. Junto a él, fueron detenidos Daniel Alfredo Saavedra Carrión y Anderson Omar Horna Alvarado, ambos suboficiales activos de la Policía peruana, quienes utilizaban un patrullero oficial para realizar vigilancias y transportar a sicarios.
Los audios comprometedores
Las autoridades han recopilado audios que comprometen a los detenidos, donde se pueden escuchar conversaciones entre Kukin y uno de los suboficiales. En estas grabaciones, Kukin da instrucciones al suboficial Saavedra, revelando una relación de cooperación entre ambos. En una de las grabaciones se escucha: “Párate ahí, marca hasta la once, once y media, hasta que te avise que vengas a recogerme”, lo que indica cómo evadía la vigilancia policial.
En otros audios, Kukin instruye al suboficial para que proteja su casa, describiendo a una persona sospechosa que podría ser un agente encubierto. En una grabación particularmente reveladora, se escucha a Almendra diciendo: “Saavedra, te digo: ¿Nos podrás recoger (también se refiere a Kukin) de Chimbote? Nosotros te vamos a pagar, ¿podrás?”, lo que subraya su profundo involucramiento con la organización criminal.
La Cruz Blanca
Mientras las autoridades peruanas continúan su lucha contra Los Pulpos, otro hecho ha llamado la atención. Un mes antes del operativo, Gerson Junior Medina Llerena, hermano de Kukin, fue asesinado frente a su casa en El Porvenir. La policía sospecha que los responsables son miembros de La Cruz Blanca, una banda rival que compite por el control territorial en Trujillo.
Este conflicto entre bandas añade una nueva dimensión al problema del crimen organizado en la región, generando un ambiente de violencia y represalias. Los residentes de Trujillo han expresado su temor, señalando que la situación es crítica. Una mujer, Margarita Castillo, quien perdió a su hijo a causa de la extorsión, comentó: “Uy, ahora, solo hay delincuencia, sicariato, muerte todos los días”.
Niveles jamás vistos
César Ortiz Anderson, presidente de la Asociación Pro Seguridad Ciudadana (Aprosec), ha advertido que el aumento de extorsiones ha llevado a un incremento alarmante de asesinatos en ciudades como Lima y Trujillo. Según Ortiz, este problema no se limita a Los Pulpos, sino que es un reflejo de la criminalidad organizada en general, que el gobierno no ha logrado controlar a pesar de los estados de emergencia y nuevas leyes.
El experto afirmó: “El país se desangra y no es de ahora. Hay una creciente ola de extorsiones en todo el país que ha alcanzado niveles jamás vistos en el Perú”. Los sectores más afectados incluyen transportistas, emprendedores y dueños de negocios, quienes enfrentan la amenaza constante de la violencia por no pagar extorsiones. Ortiz concluyó que la inseguridad ciudadana es un problema que se ha agravado por décadas de ineficacia gubernamental.