
El rol de los abuelos en las familias modernas ha evolucionado significativamente, alejándose de los estereotipos tradicionales de personas mayores, sedentarias y desconectadas. Según un análisis publicado por The Telegraph, la transición a la abuelidad tiene un impacto positivo en la salud física y mental de los abuelos. Estudios recientes sobre datos demográficos subrayan cómo esta etapa de la vida puede ser una fuente de satisfacción, longevidad y conexión intergeneracional. Este fenómeno es especialmente relevante en un contexto donde los mayores enfrentan desafíos físicos y cognitivos, como problemas de sueño, disminución de energía y, en algunos casos, signos iniciales de deterioro cognitivo.
Impacto positivo de la abuelidad
Un estudio realizado en 2020 por University College London reveló que las mujeres que se convierten en abuelas por primera vez experimentan un aumento en la satisfacción y niveles de depresión en comparación con aquellas que no tienen nietos. El doctor Giorgio Di Gessa, líder de la investigación, indicó que cuidar a los nietos proporciona gratificación emocional y un sentido de utilidad, fortaleciendo las relaciones intergeneracionales y promoviendo el bienestar mental.
Beneficios de la participación activa
Además, Psychology Today destacó que los abuelos que participan activamente en el cuidado de sus nietos tienen tasas de mortalidad un 37% más bajas, según un estudio sobre el envejecimiento en Berlín. La pandemia de COVID-19 afectó profundamente el papel de los abuelos, ya que un tercio de ellos reportó elevados síntomas depresivos, insomnio y tristeza durante los primeros nueve meses de la crisis sanitaria, especialmente aquellos que continuaron brindando cuidado a sus nietos. Este cambio también resultó en una menor calidad de vida, lo que resalta la importancia del contacto intergeneracional para el bienestar emocional.
Cambios demográficos y su impacto
Por otro lado, los cambios demográficos, como el aumento de la esperanza de vida global de 51 a 72 años desde 1960 y la disminución de la tasa de natalidad, han incrementado la proporción de abuelos en relación con los niños, reforzando su papel como figuras centrales en las familias modernas. Sin embargo, esta situación no está exenta de desafíos. Las diferencias en los estilos de crianza entre generaciones pueden generar tensiones. Por ejemplo, los padres pueden sentirse incómodos al observar la paciencia que sus propios padres experimentaron en su infancia, temiendo cruzar límites invisibles al ofrecer consejos sobre crianza, ya que las prácticas han cambiado significativamente con el tiempo.
Efectos en el bienestar emocional
Los National Institutes of Health (NIH) profundizaron en los efectos de ser abuelo en el bienestar emocional, encontrando que este efecto es más pronunciado en el período cercano al nacimiento del nieto, sugiriendo beneficios emocionales temporales. Tener nietos no solo afecta a los abuelos físicamente, sino que también desempeñan un papel crucial en la transmisión de valores y lecciones de vida. Enseñar a los hijos adultos a lidiar con los altibajos y dificultades de la vida define permanentemente el futuro de la familia. Este enfoque, conocido como narrativa familiar oscilante, promueve la resiliencia y la unidad familiar.
En un mundo donde las dinámicas familiares están cambiando, el papel de los abuelos emerge como vital, beneficiando no solo a los nietos, sino también a la estructura familiar en su conjunto. The Economist concluyó que “ha llegado la era” de los abuelos.