El arquitecto, pintor, escultor y activista chino Ai Weiwei (Pekín, 1957) ha expresado su opinión sobre la relación entre la eficiencia y el arte, afirmando que esta última no se mide por la eficiencia, sino por los recuerdos y sentimientos que evoca. En este contexto, Weiwei ha manifestado su escepticismo respecto al impacto que la Inteligencia Artificial (IA) tendrá en áreas fuera de la producción de información. Durante una reciente declaración en la ciudad española de León (noroeste), donde se inaugurará una exposición de su obra, el artista subrayó que la IA, aunque ya está presente, multiplicará los procesos productivos de información, lo que plantea la necesidad de abordar los problemas que esta nueva tecnología representará para las sociedades.
Exposición en el Musac
La exposición, titulada Weiwei. Don Quijote, se llevará a cabo en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla (Musac), y reúne un total de cuarenta y cuatro obras que ocupan un espacio de 1.700 metros cuadrados. Entre las obras se encuentran piezas de gran formato, realizadas con bloques de construcción similares a los de LEGO, y que abordan temas como la libertad de expresión, las crisis migratorias y la defensa de los derechos humanos. Weiwei ha destacado que las dimensiones de la exposición han sido concebidas especialmente para las salas del Musac, permitiendo albergar obras de gran monumentalidad.
Reflexiones sobre la infancia y la obra
El origen de la muestra se remonta a la infancia de Weiwei, cuando su padre, el poeta Quing, también represaliado por el Gobierno chino, poseía una edición de la obra maestra de Miguel de Cervantes. Esta edición, que incluía una bella portada e ilustraciones, dejó una profunda impresión en el artista, quien recuerda que su padre le narraba la historia, lo que despertó su imaginación infantil. La figura de Sancho Panza le insinuó que podía concebir un mundo de fantasía, a pesar de que la doctrina maoísta dictaba que debía ajustarse a la lógica y la racionalidad.
En la actualidad, Weiwei se siente fascinado por Don Quijote, describiéndolo como “un personaje fantástico que actuaba de forma particular, pero cuya identidad está anclada en la realidad”, un principio que ha marcado su carrera artística.
Obras destacadas y videoarte
La exposición también incluye un resumen en videoarte de diez piezas, así como obras realizadas con juguetes de LEGO, que desafían la noción de la pintura tradicional bidimensional. Entre las obras más destacadas se encuentra Comedia humana (2017-2021), que se exhibe por primera vez en un museo. Esta obra, que tiene una altura de ocho metros y un peso de 2.700 kilos, es uno de los candelabros de Murano más grandes jamás realizados, y surge como una reflexión sobre el humanismo y la humanidad, así como una expresión artística.
Ai Weiwei ha expresado su gratitud hacia las instituciones que han hecho posible el montaje de esta muestra, señalando que “solo el escenario de la dimensión y el espacio de la belleza” han permitido la realización de esta exposición.
