La vacuna argentina ARVAC recibe un prestigioso premio de la SADI, destacando su efectividad y seguridad en la lucha contra el coronavirus.
Una prestigiosa distinción fue otorgada a la vacuna argentina ARVAC contra el coronavirus, la cual recibió un premio por parte de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) durante su congreso nacional celebrado en la ciudad de Neuquén. Este evento reunió a cientos de infectólogos y expertos en la materia, quienes presenciaron la entrega del reconocimiento a los desarrolladores de la vacuna. Los resultados de un nuevo estudio sobre la inmunogenicidad de la vacuna, correspondiente a la Fase III, fueron presentados ante la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para su aprobación.
La investigadora Karina Pasquevich, bioquímica e inmunóloga graduada de la Universidad Nacional de La Plata y con un doctorado en Buenos Aires, expresó: “Es un reconocimiento muy lindo. SADI representa la confianza que millones de personas depositan en la ciencia argentina, que cumple con todos los estándares para hacer frente a las nuevas cepas”. Pasquevich también destacó la importancia de presentar los avances ante diferentes patógenos en el país y en naciones vecinas como España, lo que permite un intercambio de conocimientos y la posibilidad de responder preguntas sobre la vacuna.
Juliana Cassataro, otra de las investigadoras principales detrás del desarrollo de la vacuna y directora del proyecto en CONICET y UNSAM, subrayó la relevancia de este premio en el contexto de la lucha contra el coronavirus. “Es emocionante recibir un premio por un trabajo que ha resultado en una formulación efectiva que casi no tiene efectos adversos. Además, su costo es accesible en farmacias y vacunatorios privados, e incluso las obras sociales cubren el 40%”, afirmó Cassataro.
El médico infectólogo Pablo Bonvehí, quien se encontraba en Neuquén donde se llevó a cabo el congreso que reunió a 1600 especialistas, precisó que el premio otorgado es un reconocimiento anual, pero que los trabajos son evaluados previamente por un jurado internacional de la Sociedad Española de Microbiología Clínica. “Este año, la vacuna recibió el Primer Premio, lo que es un orgullo para la ciencia argentina”, comentó Bonvehí.
Los jurados evaluaron la capacidad de la vacuna para neutralizar las últimas variantes circulantes del virus. La ARVAC, que se basa en una tecnología tradicional de proteína recombinante, ha demostrado una amplia protección contra diferentes variantes del SARS-CoV-2, induciendo anticuerpos neutralizantes contra la variante JN1, que es la de mayor circulación en Argentina en la actualidad. La investigación de ARVAC-Cecilia Grierson es el resultado de un esfuerzo conjunto entre científicos de la UNSAM y el Laboratorio Cassará. Esta vacuna se clasifica como parte de las llamadas vacunas de segunda generación o dosis de refuerzo, destinadas a aquellos que ya han recibido dos dosis de la vacuna contra el COVID-19.
El desarrollo de ARVAC fue el resultado de la colaboración de 24 instituciones públicas y privadas, así como de 10 sitios clínicos. Más de 600 profesionales de todo el país participaron en su desarrollo. Según los expertos en infectología, un aspecto novedoso presentado en el congreso fue el resultado de una colaboración con el laboratorio italiano VisMederi y la red CEPI, que demuestra el potencial de la vacuna para generar una respuesta contra el virus SARS-CoV-1, lo que la posiciona como una posible vacuna pan-coronavirus.
La ARVAC logra su efecto a través de un antígeno recombinante combinado con hidróxido de aluminio como adyuvante, utilizando un diseño similar al de la vacuna contra la Hepatitis B que Cassará ha estado utilizando desde hace 30 años en niños recién nacidos. La seguridad de la ARVAC ha sido respaldada por la baja incidencia de eventos adversos sistémicos reportados, así como por la diferencia observada en comparación con el placebo. Los estudios clínicos realizados sobre COVID-19 han demostrado una seroconversión del 90% entre los vacunados, y un 92% en adultos mayores de 60 años, lo que produce niveles de títulos que correlacionan con la enfermedad sintomática, según los investigadores.
En una reunión de la Comisión Nacional de Inmunización (CoNaIn) el 11 de abril, se recomendó la incorporación de la ARVAC al Calendario Nacional de Vacunación (CNV) y se consideró el uso de un análisis programático. También se discutió la conveniencia de unificar las indicaciones para la vacunación antigripal. Pasquevich comentó: “La vacuna debería ser producida en nuestro país, ya que tiene costos menores que las importadas y es robusta, efectiva y segura. Esto puede ayudar a la sociedad”.
Jorge, director de ARVAC, expresó su confianza en que la nueva gestión del Ministerio de Salud pueda decidir con celeridad sobre la recomendación de la CoNaIn, para que la vacuna sea aprovechada por los argentinos que deseen optar por una opción segura contra el COVID-19. A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado el fin de la emergencia de salud pública por COVID-19, la patología sigue siendo una prioridad global, especialmente para grupos de riesgo como personas con múltiples comorbilidades e inmunosuprimidos, así como aquellos mayores de 50 años.
A principios de este mes, Juan Manuel Rodríguez, jefe del Área de I+D de Biofármacos en Cassará, recibió el Premio a la Investigación en Vacunas en la Conferencia de las Américas 2024. Este evento, organizado por el Consorcio del Departamento Global de la Facultad de Salud Pública Robert Stempel de la Universidad Internacional de Florida (FIU, por sus siglas en inglés), busca premiar plataformas innovadoras y colaborativas que fomenten el intercambio de conocimientos y la creación de capacidades. La FIU ha sido reconocida como la mejor universidad del estado por Washington Monthly, y se sitúa en el tercer lugar entre las universidades de Estados Unidos.