
Un voraz incendio forestal en Bolsón, en la provincia de Río Negro, ha desatado una crisis sin precedentes en la región. El intendente Bruno Pogliano describió la situación como un “caos total” y expresó su angustia ante el avance del fuego. “Se está quemando todo”, afirmó. “Estoy destruido. Muy, muy feo”, agregó en declaraciones a Rosario 3, reflejando la desesperación de las autoridades y los habitantes. El fuego, que comenzó el 31 de enero, se propaga sin control, impulsado por ráfagas de viento de hasta 80 km/h y temperaturas de 25°C.
En paralelo, la justicia liberó a seis sospechosos de haber provocado el fuego por falta de pruebas. “No dan los requisitos”, argumentó el juez de Garantías Ricardo Calcagno, tras criticar a los funcionarios a cargo de la investigación. Según el último informe oficial, las llamas han dejado un muerto, destruido 120 viviendas y forzado la evacuación de 700 familias de distintas zonas del municipio. Los sectores más afectados incluyen Cascada Escondida, Las Perlas, Azul y Mallín Ahogado, donde se han consumido casi 3.000 hectáreas de vegetación.
Ante la gravedad del incendio, el número de efectivos del Servicio Nacional de Manejo del Fuego aumentó de 10 a 37, mientras que la División Bomberos de la Policía de Buenos Aires sumó dos brigadistas adicionales, alcanzando un total de 32 combatientes. También se incorporaron bomberos voluntarios de Bariloche, junto con refuerzos de San Luis. Los esfuerzos de contención se concentran en frenar el avance hacia el cañadón del arroyo Teno, una zona estratégica donde la vegetación densa representa un riesgo para las áreas cercanas.
En las últimas horas, se han registrado precipitaciones aisladas, aunque estas han sido insuficientes para detener la propagación del fuego. A pesar de este leve respiro, las perspectivas son preocupantes. Los meteorólogos prevén que en los próximos días siga habiendo un sistema de baja presión en la zona, lo que significa que se generarán vientos fuertes, cálidos y aire seco. El brigadista Orlando Báez, titular de la Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF), advirtió sobre el rápido avance del fuego: “Se descontroló, los focos originales corrieron”. Además, confirmó que el acceso a Cascada Escondida tuvo que ser cerrado por razones de seguridad.
Las autoridades instaron a la población a evitar desplazamientos innecesarios y a mantenerse alejados de las áreas afectadas. El Polideportivo Municipal, ubicado en Avenida Rivadavia, fue habilitado como centro para recibir a los damnificados. El Gobierno pidió a la comunidad que concurra al Hospital de Bolsón, salvo en casos de emergencia, para no colapsar el sistema de salud. El Comité de Emergencia Municipal (COEM), con la participación del gobernador Alberto Weretilneck y Pogliano, decidió reforzar las tareas de combate durante la noche del sábado. Se confirmó la llegada de refuerzos desde Bariloche con el objetivo de optimizar los accesos y mejorar el abastecimiento de agua.
Por su parte, se mantuvo una reunión con el secretario de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad, Néstor Majul, para coordinar medidas adicionales. “Solicitamos fortalecer la coordinación entre Gendarmería para la prevención en las rutas de la región”, informó el gobernador. Aguas Rionegrinas ha comenzado a racionalizar el consumo de agua, ya que enfrenta una fuerte demanda por parte de las cuadrillas de emergencia. La empresa alertó sobre los niveles de reserva del servicio, instando a utilizar el recurso solo para higiene personal.
Hasta el momento, se ha recibido asistencia municipal para aquellos que han sufrido la destrucción total o parcial de sus viviendas. Se está trabajando en la confección de informes jurados para evaluar las pérdidas materiales y canalizar futuras ayudas. El Registro Civil ha iniciado un operativo especial para gestionar nuevos documentos de identidad para los damnificados que han perdido su documentación en el incendio. El siniestro continúa activo y amenaza con seguir consumiendo áreas rurales y expandirse hacia la ciudad, mientras los equipos de emergencia descansan para contener las llamas.