La búsqueda de información médica en internet se ha convertido en una práctica común para muchos usuarios, quienes pueden acceder a respuestas sobre sus síntomas o condiciones de salud con solo un clic. Según un estudio realizado por el Centro de Investigaciones Pew en Estados Unidos en 2019, aproximadamente el 80% de los usuarios en ese país han utilizado la red para investigar temas relacionados con la salud. Esta tendencia no se limita a Norteamérica; a nivel mundial, los buscadores son las herramientas más recurridas cuando surge una inquietud médica. Sin embargo, surge la pregunta: ¿qué tan confiable y segura es la información que encontramos en línea? A continuación, se exploran los detalles de esta situación, los riesgos involucrados y algunos consejos para reconocer fuentes de calidad.
Dependencia de las consultas de salud en línea
La posibilidad de realizar consultas de salud en cualquier momento ha traído tanto ventajas como desafíos. Desde síntomas leves hasta condiciones graves, los usuarios buscan en línea causas y tratamientos para sus dolencias. Según el Observatorio Nacional de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (Ontsi) en España, el 66% de la población ha consultado internet, principalmente para comprender mejor las condiciones de salud de sus familiares.
Riesgos de la autodiagnosis en internet
No obstante, expertos advierten sobre la práctica, conocida coloquialmente como “consultar al Doctor Google”, que presenta varios riesgos si no se toman las debidas precauciones. Una de las mayores preocupaciones es la cibercondría, que se define como una forma de ansiedad que surge al buscar autodiagnosticarse enfermedades en internet. La ciberpsicóloga Mary Aiken señala que la “hipocondría digital” puede ser un resultado directo de la búsqueda excesiva de información sin la interpretación adecuada por parte de un profesional de la salud. A menudo, los usuarios terminan creyendo que padecen alguna enfermedad grave simplemente porque sus síntomas coinciden superficialmente con una afección seria.
Precisión de los diagnósticos en línea
Un estudio publicado en la revista BMJ mostró que los verificadores diseñados para introducir síntomas y recibir un diagnóstico aproximado aciertan solo en tres de cada diez ocasiones. Esto puede llevar a errores, generando falsas alarmas o haciendo que se ignoren problemas de salud reales. El profesor Carl Heneghan, director de Medicina Basada en la Evidencia en la Universidad de Oxford, destaca que la información puede ser inexacta, afirmando que “algunas manipulan las búsquedas para que encuentres lo que ellos quieren que veas”. Este problema ha suscitado críticas hacia el uso del autodiagnóstico, ya que muchos sitios no están regulados ni cuentan con revisión profesional.
Consejos para identificar fuentes confiables
La divulgadora Margaret McCartney menciona que los resultados de búsqueda siempre siguen un orden de confiabilidad, por lo que recomienda ir más allá de las opciones que aparecen en la primera página y revisar fuentes académicas especializadas. Los peligros de la desinformación son significativos, ya que algunas personas pueden caer en el consumo de “remedios milagrosos” promovidos por intereses comerciales. Ante la falta de leyes que regulen los conflictos de interés, es importante informarse sobre si las recomendaciones están financiadas por compañías farmacéuticas.
Estrategias para una búsqueda segura
Para identificar fuentes confiables y minimizar riesgos, es fundamental contar con estrategias adecuadas. Las siguientes recomendaciones son un buen punto de partida para quienes buscan orientación en internet:
- Verificar el patrocinio del sitio web; los dominios .gov, .edu y .org indican que pertenecen a organizaciones gubernamentales, educativas o sin ánimo de lucro, respectivamente.
- Revisar quién escribe el contenido y considerar el propósito del mismo.
- Consultar la política de privacidad del sitio y asegurarse de que protegen los datos; usar el protocolo https:// es especialmente necesario al ingresar información confidencial, evitando hacerlo en redes Wi-Fi públicas.
- Evitar basar decisiones en testimonios personales; la evidencia científica es más confiable que las experiencias compartidas en foros de pacientes.
La búsqueda de información médica en línea puede ser una herramienta valiosa, pero es esencial abordar esta práctica con precaución y discernimiento.