Un pastor de Colorado ha decidido abordar el debate sobre la forma de la Tierra mediante una expedición a la Antártida, lo que ha llevado a varios terraplanistas a replantearse sus creencias.
El experimento final
Will Duffy, el pastor en cuestión, organizó lo que denominó “El Experimento Final”, que consistió en una expedición a la Antártida. En esta aventura participaron cuatro defensores de la teoría de la Tierra plana y cuatro partidarios de la idea de que la Tierra es un globo. El objetivo principal de esta expedición era observar el fenómeno conocido como Sol de medianoche, un evento que solo puede ocurrir en un planeta esférico debido a su inclinación axial.
Resultados inesperados
Los resultados del experimento sorprendieron a muchos, especialmente a Jeran Campanella, un conocido creador de contenido que defiende la teoría de la Tierra plana. Campanella expresó: “A veces te equivocas en la vida. Yo creía que no había un Sol de 24 horas”. Esta declaración marcó un cambio significativo en su perspectiva, ya que admitió que el Sol efectivamente permanece visible durante las 24 horas en el verano antártico.
Reacciones de los participantes
A pesar de la revelación de Campanella, otro participante del grupo, Austin Whitsitt, también defensor de la Tierra plana, reconoció la existencia del Sol de medianoche, pero mantuvo que esto no constituye una prueba definitiva. Whitsitt comentó: “He visto una demostración física que podría demostrar que esto funciona en una Tierra plana”, sugiriendo que el fenómeno podría tener una explicación alternativa que no contradiga su creencia en la Tierra plana.
Este experimento ha generado un debate significativo entre los participantes y ha puesto de relieve las diferentes interpretaciones que pueden surgir incluso ante evidencias observacionales claras. La expedición a la Antártida ha servido como un punto de inflexión para algunos de los involucrados, mientras que otros continúan buscando explicaciones que se alineen con sus creencias preexistentes.
