
El ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, advirtió este lunes que el exiliado opositor Edmundo González Urrutia será arrestado si regresa al país tras reclamar una victoria sobre el presidente Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio. Cabello expresó: “Gustosamente lo recibiré (…) Sabe señor, apenas ponga un dedo, detenido”, en una conferencia de prensa que fue una reacción a la promesa de González Urrutia de retornar al país sudamericano para asumir el poder el 10 de enero, cuando tiene previsto juramentarse ante el Parlamento para su tercer mandato (2025-2031). El alto funcionario insistió: “Si pone pie, detenido y juzgado”.
Durante su gira internacional el domingo, Cabello solicitó el respaldo de la Fuerza Armada, cuyo mando ha expresado “lealtad incondicional” hacia el régimen. En un video difundido en redes sociales, el diplomático de 75 años afirmó: “Por voluntad soberana del pueblo venezolano, yo debo asumir el rol de comandante en jefe”. Esta declaración se produce en un contexto en el que la líder opositora María Corina Machado ha convocado protestas para el día 9, a lo que Cabello respondió asegurando que “los cuarteles están en tranquilidad”, mientras se ordenaba un amplio despliegue de seguridad en las calles.
El funcionario chavista también confirmó la detención de más de 120 personas de diversas nacionalidades, acusadas de planificar presuntos “actos terroristas” y actividades desestabilizadoras. Entre los detenidos se encuentra un gendarme argentino, Nahuel Gallo. Cabello señaló: “Este financiamiento viene del narcotráfico y del narcoparamilitarismo colombiano, de la mano de Álvaro Uribe e Iván Duque”, mencionando directamente a los expresidentes colombianos como responsables de apoyar estas actividades. Además, acusó a la oposición venezolana de recibir recursos de fuentes ilícitas para, según sus palabras, llevar “al caos”. En sus declaraciones, Cabello afirmó: “Ellos han estado hablando, declarando, señalando planes que tienen, de dónde vino el financiamiento, nosotros denunciamos”.
De acuerdo con un informe del Wall Street Journal publicado el fin de semana, el régimen venezolano, tras las fraudulentas elecciones de julio pasado, ha incrementado la detención de ciudadanos extranjeros como parte de una estrategia para ganar influencia en las relaciones con gobiernos adversarios. Según analistas y defensores de derechos humanos, “estas detenciones tienen un objetivo claro: usarlas como moneda de cambio en negociaciones políticas o económicas, especialmente con países como Estados Unidos”, con quienes el régimen venezolano mantiene tensas relaciones.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Maduro como ganador con el 52% de los votos, aunque hasta el momento no se ha publicado un escrutinio detallado, como exige la ley. Por su parte, se han publicado en la web copias de actas electorales que sostienen un 70% de documentos cuya validez es negada por el chavismo. Las protestas poselectorales fueron duramente reprimidas por las fuerzas del orden, resultando en unos 200 muertos, además de 2.400 detenidos. Se reporta que tres de los arrestados murieron en prisión. Cabello concluyó: “Venezuela está en paz. Quienes quieran perturbar la paz, asuman las consecuencias”.