Argentina aprueba dupilumab como nuevo tratamiento para EPOC no controlada, ofreciendo esperanza a millones de pacientes

Argentina aprueba el primer fármaco biológico para tratar la EPOC.
Argentina aprueba el primer fármaco biológico para tratar la EPOC.

En un avance significativo para el tratamiento de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), Argentina ha aprobado el uso de dupilumab, un biológico innovador, como tratamiento de mantenimiento complementario para pacientes adultos que padecen EPOC no controlada, asociada a inflamación tipo 2. Esta autorización representa un cambio importante en el abordaje de esta patología que afecta a millones de personas en todo el mundo y ofrece una nueva opción terapéutica para aquellos cuyo control con tratamientos convencionales ha sido insuficiente. Dupilumab, un anticuerpo monoclonal, ya contaba con aprobación para otras enfermedades relacionadas con la inflamación tipo 2, como el asma, la rinosinusitis crónica con poliposis nasal y la dermatitis atópica. Su acción principal consiste en inhibir las interleuquinas 4 y 13, dos proteínas clave en el proceso inflamatorio que también desempeñan un papel crucial en el desarrollo de la EPOC.

Tras más de una década sin novedades terapéuticas en este campo, dupilumab se posiciona como la primera alternativa para tratar a aquellos que no logran controlar su enfermedad con la terapia estándar. El impacto del medicamento fue confirmado en los ensayos clínicos BOREAS y NOTUS, donde mostró resultados prometedores. Según el Dr. Gabriel García, médico neumonólogo y Director del Centro de Investigaciones Respiratorias La Plata (CEPIR), así como expresidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), “específicamente, el estudio NOTUS demostró una reducción de exacerbaciones del 30% al 34%, respectivamente, y una mejora en la capacidad respiratoria de hasta el 51%, así como en la calidad de vida de los pacientes, con un perfil de seguridad consistente con lo conocido”.

La EPOC se caracteriza por una obstrucción persistente del flujo de aire, lo que dificulta la respiración. A medida que la enfermedad avanza, los pacientes experimentan una falta de aire progresiva, lo que complica tareas cotidianas como caminar, subir escaleras o incluso hacer compras. Aunque la enfermedad es prevenible y tratable, en muchos casos, el diagnóstico tardío limita las opciones de tratamiento. En Argentina, se estima que más de 40 años podrían padecer EPOC sin saberlo. Según datos de la AAMR, la tasa de subdiagnóstico supera el 70%, lo que significa que siete de cada diez afectados no son diagnosticados. Esto es particularmente preocupante, ya que impide el inicio de medidas preventivas para la enfermedad.

Los síntomas iniciales de la EPOC, como la tos, pueden confundirse con afecciones respiratorias comunes o atribuirse al envejecimiento. Además, el acceso a herramientas diagnósticas, especialmente en áreas rurales de países con recursos limitados, dificulta aún más la detección temprana. La prevalencia de la EPOC aumenta con la edad y está estrechamente vinculada al tabaquismo, aunque existen otros factores de riesgo, como la exposición al humo de combustibles, tóxicos laborales y ciertos antecedentes genéticos.

El Dr. Diego Litewka, neumonólogo jefe del Servicio de Neumonología del Hospital Fernández, explicó que “muchas veces, los pacientes son controlados adecuadamente con el estándar habitual, que incluye la triple terapia inhalada, pero esto no logra impactar en aspectos cotidianos como salir a la escalera. Esto suele requerir, inclusive, frecuentes visitas a la guardia y/u hospitalizaciones de urgencia”. El diagnóstico de la EPOC puede realizarse mediante una espirometría, un estudio sencillo, no invasivo y económico que mide la cantidad de aire que una persona puede inhalar y exhalar, así como la velocidad de este proceso. Este test es fundamental para confirmar la presencia de la enfermedad y evaluar su gravedad. La AAMR afirma que “la espirometría es un pilar que permite conocer la función pulmonar comparando los valores esperados según la edad, género y contextura”.

Es importante que todos los que presenten síntomas y tengan riesgo, especialmente aquellos con antecedentes de tabaquismo, sean evaluados. La aprobación de nuevos tratamientos como dupilumab ofrece nuevas esperanzas. Si bien la EPOC sigue siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en el mundo, un tratamiento adecuado puede marcar una diferencia significativa en la vida de los pacientes. Es vital continuar promoviendo la concienciación sobre la enfermedad y fomentar la adopción de hábitos saludables, como dejar de fumar y evitar contaminantes. Esto no solo garantizará que los pacientes reciban la atención que necesitan, sino que también contribuirá a su bienestar general, tanto físico como emocional, generando sentimientos de dignidad y evitando la estigmatización. En términos económicos, la EPOC tiene un costo significativo, ya que provoca ausentismo laboral y disminuye la productividad, lo que impacta en los ingresos de los trabajadores. Una encuesta realizada a casi 15 mil personas en 14 países reveló que el 45% de los encuestados desconocía la EPOC, lo que refleja que “esto indica que los profesionales de la salud todavía tenemos mucho trabajo por delante y debemos conversar sobre nuestra salud respiratoria y estilo de vida. Detectar la EPOC tempranamente y tratarla de forma adecuada puede muchas veces lograr una mejora rápida en el deterioro respiratorio de los pacientes.”