Canadá y Europa evalúan alternativas a aviones de combate de Lockheed Martin tras tensiones con EE.UU.

Trump y sus medidas: ¿Canadá y Europa reconsiderarán los F-35?
Trump y sus medidas: ¿Canadá y Europa reconsiderarán los F-35?

La reconsideración de la compra de aviones de combate por parte de Canadá y Europa se ha intensificado debido a las recientes medidas arancelarias implementadas por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. Esta situación ha llevado a los miembros de la OTAN a cuestionar la fiabilidad de Washington en cuanto a su compromiso de defensa mutua, especialmente en el contexto de posibles agresiones de Rusia hacia países europeos. Entre las aeronaves que podrían verse afectadas se encuentran los avanzados aviones de combate F-35 y F-16, fabricados por la empresa estadounidense Lockheed Martin.

Impacto de las medidas arancelarias en la defensa

Las decisiones tomadas por Trump han generado un clima de incertidumbre en la alianza transatlántica, lo que ha llevado a varios países de la OTAN a considerar la posibilidad de adquirir aviones de combate europeos en lugar de depender de los sistemas de defensa de Estados Unidos.

Un ejemplo de esta reconsideración es el nuevo primer ministro de Canadá, Mark Carney, quien ha solicitado al ministro de Defensa, Bill Blair, que evalúe la compra de los aviones F-35. Esta revisión se produce en un contexto donde las relaciones entre Canadá y Estados Unidos se han deteriorado desde la llegada de Trump a la presidencia. En 2022, Canadá había decidido adquirir el F-35 para reemplazar su flota de F-18, pero las tensiones comerciales y políticas han llevado a Ottawa a replantearse este contrato.

Alternativas a los aviones de combate estadounidenses

Una de las alternativas que se están considerando es el Super Rafale, una versión avanzada del caza francés Dassault Rafale. Además, según la agencia EFE, Canadá no solo está evaluando aviones de combate, sino que también está considerando la compra de submarinos, como el Tourville, un submarino nuclear de la clase Suffren que recientemente visitó el puerto de Halifax. Esta visita coincide con la evaluación de opciones para adquirir hasta 12 submarinos, con candidatos que incluyen productos de Corea del Sur, Alemania y el S-80 de España.

El primer ministro Carney también ha anunciado la compra de un sistema de radar de alerta temprana a Australia por un valor de 4.200 millones de dólares. En Portugal, el ministro de Defensa saliente ha indicado que las recientes posturas de Washington han llevado a replantear la compra de F-35, considerando alternativas para reemplazar sus F-16.

Apoyo continuo al programa F-35

A pesar de la incertidumbre, algunos países, como Noruega y Países Bajos, han mantenido su apoyo al programa F-35. La situación ha reavivado rumores sobre un posible “interruptor de seguridad” o Kill Switch, que permitiría a Estados Unidos inhabilitar todas las flotas de F-35 en el mundo. Sin embargo, la Oficina del Programa Conjunto F-35 Lightning II del Pentágono ha desmentido esta idea, afirmando que “no existe un interruptor de seguridad” y que están comprometidos a proporcionar a todos los usuarios el soporte necesario.

Winslow T. Wheeler, un experto en defensa, ha señalado que el F-35 requiere actualizaciones tecnológicas constantes controladas por Estados Unidos para operar eficazmente en combate. Si la relación de un país que opera este avión se deteriora, las actualizaciones podrían retrasarse, lo que podría llevar a que un avión o incluso una flota se vuelva inoperable.

Costos y capacidades de los aviones de combate

El costo del F-35 ronda los 85 millones de dólares, cifra que puede aumentar hasta 150 millones de dólares si se incluyen los costos de infraestructura de apoyo y piezas de repuesto. En este contexto, surgen otras opciones de aviones de combate europeos, aunque ninguno de ellos posee las capacidades furtivas del F-35.

Una de estas alternativas es el Saab Gripen, un moderno caza de generación 4,5 que es interoperable y multi-rol, capaz de realizar misiones tanto Aire-Aire como Aire-Tierra, así como roles de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Este avión, que es significativamente más económico que el F-35, fue elegido por la Fuerza Aérea de Brasil para modernizar su flota.

El Eurofighter Typhoon, un caza de cuarta generación, es fabricado por un consorcio que incluye a Airbus, BAE Systems y Leonardo. Por su parte, el Dassault Rafale, utilizado por países como Grecia, Egipto, Qatar e India, ha visto un aumento en su demanda. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha anunciado recientemente la intención de adquirir más unidades de este caza, argumentando que el “contexto actual” lo justifica, aunque no ha especificado el número de unidades ni el monto destinado a esta compra.