
La trayectoria de Maye Musk como modelo y nutricionista resalta la aceptación del cabello canoso en la industria de la moda.
Cuando Maye Musk cumplió 50 años, se encontraba en Nueva York. La madre de Elon Musk, quien ha estado combinando su carrera como nutricionista con el modelaje, tomó una decisión que transformaría radicalmente su trayectoria profesional. Después de décadas de teñirse el cabello de rubio, decidió hacer un cambio significativo al dejarse las canas, un paso que muy pocos se atreverían a dar. Este gesto no solo marcó un cambio en su vida personal, sino que también la convirtió en una pionera en el mundo del modelaje, al aceptar su cabello canoso como un símbolo del paso del tiempo y una mejor carta de presentación. Maye recuerda: “Pensé: ‘Estoy realmente cansada de esto, voy a ver qué hay debajo, incluso si no vuelvo a trabajar’”. Desde ese momento, no hubo marcha atrás.
Elon Musk, su hijo, la ha definido como su “única heroína”, un símbolo de tenacidad, innovación y superación. A lo largo de su vida, Maye ha aprendido lecciones valiosas que ha transmitido a su hijo multimillonario. Además, se ha convertido en un referente de belleza atemporal, inspirando a marcas internacionales como Dior, donde es embajadora de Beauty. Su carrera como modelo ha sido notable, consolidándose como una figura destacada en eventos de renombre como la Semana de la Moda en Berlín, Nueva York y Milán. Maye afirma con orgullo: “Las canas son el nuevo rubio”, recordando cómo su decisión de dejarse el cabello natural cambió su vida. “Mirando hacia atrás, dejarme las canas fue increíble”, confiesa, añadiendo: “No tengo planes de jubilarme. Tengo 76 años y estoy en la cresta de la ola”.
Sin embargo, su camino no ha sido fácil. Maye Musk, nacida en Canadá y criada en Sudáfrica, comenzó su carrera a los 15 años, enfrentándose a situaciones personales complicadas que la marcaron profundamente. En su libro “Una mujer”, relata que le auguraban un futuro incierto hasta los 18 años. Sin embargo, un giro del destino la llevó a ser finalista en Miss Sudáfrica a los 20 años. A pesar de este éxito inicial, su vida personal estuvo marcada por un matrimonio tumultuoso con Errol Musk, el padre de sus tres hijos, Kimbal y Tosca. Durante este tiempo, Maye se dividía entre cuidar de sus hijos y soportar los maltratos de su esposo, hasta que finalmente decidió poner fin a esa situación. Aunque salir adelante no fue fácil, los días pasaban entre su consultorio de nutrición y el modelaje, donde aprendió lecciones valiosas sobre la resiliencia.
En su libro, Maye menciona: “La edad me preocupa lo mínimo. Estoy demasiado ocupada disfrutando de la vida”. A pesar de que en su juventud fue el epicentro del mundo del modelaje, las empresas comenzaron a dejar de contar con ella. Decidió entonces relanzar su carrera, buscando nuevas oportunidades que le permitieran crecer. Se trasladó a Nueva York, convencida de que eso abriría nuevas puertas. Sin embargo, la realidad fue diferente. “Pasé varios meses trabajando apenas en absoluto”, recuerda. A pesar de haber firmado con una nueva agencia, las ofertas comenzaron a disminuir considerablemente. La agencia la volvió a llamar seis meses después, pero ese periodo fue doloroso para ella. “Empecé a asumir que mis días en el modelaje habían terminado”, explica, recibiendo la desalentadora respuesta de que preferían contratar a modelos más conocidas. Sin embargo, Maye sabía que tenía el potencial para seguir trabajando y, en lugar de rendirse, decidió tomar el control de la situación.
La frustración inicial no la detuvo. Pronto, su cabello se convertiría en su marca personal. La transición fue complicada, pero siempre se sintió cómoda con su aspecto. “Mientras crecía, teñí mi cabello de rubio claro, pero aún tenía un halo blanco en la parte superior. ¡Se veía bastante horrible!”, confiesa. A pesar de sus dudas, decidió abrazar su nuevo look. “No tuve ninguna duda, cubrí mi cabeza con sombreros”, añade. El resultado fue transformador: “De manera rica y saludable. Ojalá lo hubiera hecho antes”, asegura. Este fue el punto de inflexión que catapultó su carrera en el mundo de la moda.
Siguiendo el consejo de su amiga Julia Perry, quien le sugirió que se cortara el cabello, Maye se deshizo de su melena cuando ya estaba completamente plateada. “Como dietista, da igual el color que tengas en el cabello, lo que importa es que parezcas una persona sana”, dice. Siguiendo el consejo de su amiga, se cortó el cabello y ese look se convirtió en algo totalmente suyo, desenfadado y moderno. Así sucedió la magia: una directora artística la puso en contacto con una revista que quería contratarla para la portada de Time. “Me contrataron y aparecí en la página frontal de la sección de salud. Eso sirvió para darme más visibilidad”, explica. Luego vendrían otras oportunidades, como Sports Illustrated Swimsuit en 2022, donde rompió barreras al ser la modelo central de la edición de trajes de baño, así como en Harper’s Bazaar, Vogue, Vanity Fair, InStyle, entre otras.
El inesperado éxito de su cabello plateado, que para algunos parecía un riesgo, resultó ser un acierto en la industria de la moda, conocida por su culto a la juventud. Maye firmó contratos importantes con agencias en Europa y comenzó a aparecer en campañas de grandes revistas de renombre. “Firmé en Europa y viajé a muchas ciudades diferentes, lo cual me encantó. ¡La gente paraba en la calle y decía que les encantaba mi cabello!”, expresa con orgullo. De hecho, su cabello blanco ha generado una preocupación en la industria, pero también ha sido un renacimiento. “Seguiré mientras quiera contratarme”, afirma.
Es cierto que han surgido nuevas oportunidades. Desde su aparición en el video musical “Haunted” de Beyoncé en 2013, su carrera ha multiplicado sus oportunidades. Uno de los momentos icónicos de su carrera fue cuando apareció en un gigantesco cartel publicitario de Target en pleno Times Square. Además, en 2017, desfiló en la Semana de la Moda en Milán, así como en China, Singapur y en muchos otros países. Lejos de considerarse una excepción en la industria, Maye Musk cree firmemente que su éxito puede ser una inspiración para las generaciones más jóvenes. “Cuando estoy en sesiones fotográficas, las jóvenes se emocionan al verme. Esto demuestra que ellas pueden tener carreras largas y exitosas”, dice. Su presencia en pasarelas y campañas publicitarias desafía los estándares de la moda y envía un mensaje claro: la industria tiene una fecha de caducidad, pero ha comenzado a valorar a las mujeres mayores, lo que le ha permitido prosperar. “El hecho de que yo dejara de adoptar una apariencia solo visible, sino que también demostré que la industria está cambiando”, explica.
Maye Musk también señala: “Sé toda la ciencia que sustenta una alimentación saludable, y eso requiere fuerza de voluntad”. A medida que uno envejece, es importante cuidar la alimentación, ya que si se descuida, es difícil volver a tener una buena figura. Mantenerse activa es crucial. “Cada lunes me levanto entusiasmada y llena de energía, sé que va a ser divertido lo que va a pasar”, dice sobre su vida actual, que está llena de proyectos y viajes fotográficos.