
La artista Nathy Peluso ha compartido su experiencia en el mundo de la música, donde ha enfrentado las expectativas externas y el desafío de mantenerse fiel a su esencia. Su canción El día que perdí mi juventud se ha convertido en un himno personal, un recordatorio de la necesidad de proteger la frescura e inocencia que impulsaron sus inicios en la industria musical. En una entrevista con Elle España, Peluso reflexionó sobre su evolución como artista, afirmando: “El gran trabajo es conservar tu niña interior”.
El proceso creativo y la búsqueda de autenticidad
La creación de su álbum Grasa fue un recorrido lleno de decisiones difíciles y un fuerte impulso hacia sus raíces. Peluso comentó: “Maté un álbum entero para hacer este. Al principio lo viví como pérdida, fracaso, pero en realidad fue lo mejor que me podía haber pasado”. Explicó que el álbum anterior no reflejaba los sentimientos que quería transmitir ni la música que deseaba compartir. “No todo lo que hacemos tiene que ver con la luz. Fue un disco que me enseñó a producir, a encontrar las canciones que buscaba, aunque desde otra perspectiva”, añadió.
La artista también mencionó su deseo de reencontrarse con sus raíces, explorando los mundos del bolero y la balada folk latino, que resumen su esencia. Este proceso creativo se extendió por aproximadamente cuatro años, durante los cuales terminó su álbum anterior, Calambre.
La influencia de Fito Páez
Un nombre decisivo en su trayectoria es el del reconocido músico Fito Páez, quien no solo es un ídolo para ella, sino también un amigo. Peluso reveló que él le insistió en que necesitaba otro marco para su música, y ella decidió hacerle caso. “Salí de esta crisis gracias a componer nueva música”, compartió.
La filosofía de la pureza y la autenticidad
La filosofía que impulsa tanto su vida personal como su carrera se centra en la idea de que “debemos entrenar la pureza, porque ella te conecta con el talento y tus dones”. Para Peluso, esta pureza radica en la autenticidad y en cultivar lo que uno realmente es, sin camuflarlo. “Si sé que soy buena en algo, ¿por qué voy a ocultarlo?”, se preguntó, convencida de que expresar su individualidad puede inspirar a otros a hacer lo mismo.
La artista ha mantenido una actitud resiliente frente a las críticas y la presión mediática, afirmando: “Nunca he hecho caso a lo que me han dicho los medios”. Esta postura la ha convertido en una figura que no solo rompe moldes, sino que también desafía constantemente las expectativas, haciendo de su carrera un reflejo de su fortaleza y autonomía frente a las miradas externas.
La libertad en la expresión artística
Peluso considera que sus letras son “un acto de libertad” y que su primer álbum, Calambre, junto con su segundo trabajo, reafirma su decisión de no ceder ante etiquetas o estereotipos de la industria musical. En los últimos años, ha crecido como mujer e intérprete, reconociendo que, durante el Calambre Tour, se sentía “destrozada” y “vacía”. “Empecé a buscarme a mí misma. Fue muy duro, pero era necesario empezar de nuevo”, explicó.
La importancia de la terapia y el apoyo familiar
Al ser preguntada sobre cómo superó esos momentos difíciles, Peluso respondió: “Con terapia. Trabajé mis problemas y enfrenté ellos”. Se describió como una persona que no tiene tiempo que perder y que, aunque a veces permite que la tristeza y la frustración la afecten, ha aprendido a salir de esos baches. “Es emocionante transformarse después de atravesar un bache, saldré más fuerte”, afirmó.
La artista también reflexionó sobre su experiencia al interactuar con sus seguidores, destacando cómo la diversidad del público crea una conexión única y especial. “Cuando personas de diferentes edades conviven, entienden, sucede algo mágico”, expresó, señalando que actúa como un puente entre generaciones y culturas.
El papel de la familia en su carrera
Los valores familiares y el apoyo incondicional de sus seres queridos han sido fundamentales en su desarrollo artístico. Peluso ha mantenido una relación de profundo respeto y gratitud hacia su familia, especialmente hacia su madre, quien le inculcó confianza desde joven. “Mamá, ¡TE AMO!”, exclamó, dejando claro el rol central que su madre ha tenido en su crecimiento profesional.
La cantante considera que su madre le proporcionó las herramientas emocionales necesarias y que la seguridad que le brindaron sus padres fue clave. “En casa, el diálogo abierto y la autenticidad eran esenciales; hablábamos de todo”, explicó. Gracias a esta educación, desarrolló la capacidad de cuestionar y defender sus ideas, así como de no resignarse ante las dificultades.
La influencia de Jean-Paul Gaultier
En cuanto a su estilo y look, Peluso se siente empoderada y ha mencionado su admiración por el diseñador Jean-Paul Gaultier, quien representa una fuente de inspiración y un referente creativo. La firma del diseñador francés, conocida por su transgresión y audacia, resuena profundamente en ella. “Gaultier es un estado imaginario, el corsé de Madonna”, confesó, identificando la fidelidad a sus principios como una característica fundamental que recuerda las presiones de la industria musical.
El significado de “grasa”
Finalmente, al ser preguntada sobre el significado de la palabra grasa en su vida, Peluso respondió: “Cuando era pequeña, mi abuelo tenía manos grasientas, trabajaba en una gasolinera. Es poético y bonito, además es un símbolo de la gente que deja su piel”. Explicó que por eso el término tiene significados diversos y que puede ser áspero, pero también puede apropiarse y redefinirse según la interpretación de cada uno. Para ella, “siempre que escuchamos el álbum, con extra para nosotros, los argentinos, grasa significa algo concreto y vulgar”.