La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha subrayado la importancia de la actividad física regular como un componente esencial para mantener tanto la salud física como la salud mental. Además, esta actividad es fundamental para prevenir enfermedades no transmisibles, que incluyen patologías cardiovasculares, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. La actividad física también mejora la función cerebral, promueve el bienestar general y reduce los riesgos de padecer trastornos como la ansiedad y la depresión. Sin embargo, a pesar de los beneficios ampliamente documentados, solo el 31% de los adultos y el 81% de los adolescentes cumplen con las recomendaciones mínimas de ejercicio semanal.
Metanálisis sobre el ejercicio y la reducción de peso
En este contexto, un metanálisis reciente publicado en JAMA Network Open analizó un total de 116 ensayos clínicos aleatorizados, que involucraron a 6,880 participantes con sobrepeso u obesidad, con el objetivo de explorar los efectos del ejercicio aeróbico en la reducción de peso y grasa corporal. Este estudio fue liderado por un equipo internacional de investigadores de instituciones del Reino Unido y Irán.
El estudio destacó que realizar al menos 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada a vigorosa se asocia con reducciones clínicamente significativas en la circunferencia de la cintura. Además, la investigación identificó que extender la duración del ejercicio a 300 minutos semanales puede resultar en beneficios adicionales.
Resultados del metanálisis
El trabajo, alineado con investigaciones anteriores, refuerza la posición del ejercicio como una herramienta clave en los programas de modificación del estilo de vida diseñados para combatir la obesidad y mejorar parámetros metabólicos y la calidad de vida. El impacto del ejercicio en el peso y la circunferencia de la cintura demuestra una capacidad significativa para reducir el porcentaje de grasa corporal, según lo revelado por el metanálisis.
Este análisis indicó que por cada 30 minutos adicionales de ejercicio semanal, se observó una reducción promedio de 0.52 kg en el peso corporal y 0.56 cm en la circunferencia de la cintura, así como una disminución del 0.37% en el porcentaje de grasa corporal. Estos resultados también confirman que incluso aumentos graduales en la actividad física pueden traducirse en mejoras medibles y sostenibles, especialmente en personas con obesidad.
La adopción de un enfoque gradual para alcanzar estos objetivos permite lograr resultados significativos, mientras que extender la duración del ejercicio semanal potencia los beneficios de manera proporcional. Este aspecto cobra especial importancia, ya que la circunferencia de la cintura es un parámetro que está directamente asociado con el nivel de grasa abdominal, un factor de riesgo para la aparición de enfermedades metabólicas y cardiovasculares.
Reducción de grasa localizada
La mejora en la circunferencia de la cintura, aunque pueda parecer pequeña en magnitud, representa una disminución considerable en las condiciones que afectan tanto la esperanza de vida como la calidad de vida. La pérdida de peso reflejada en el metanálisis indica una pérdida acumulada, pero también un fortalecimiento potencial de la masa muscular magra, lo que es fundamental para mantener un metabolismo eficiente y equilibrado a largo plazo.
La reducción de grasa localizada, tanto visceral como subcutánea, no solo limita la acumulación general de grasa, sino que también afecta áreas específicas del tejido adiposo. Estos dos tipos de acumulación tienen implicaciones estéticas distintas. Los hallazgos del estudio determinaron que la práctica de ejercicio permitió una reducción de 1.60 cm² en la grasa visceral y 1.37 cm² en la grasa subcutánea, cifras que demuestran la capacidad del ejercicio para abordar depósitos de grasa de alto riesgo metabólico.
La grasa visceral, que rodea órganos vitales como el hígado, páncreas e intestinos, está asociada con la resistencia a la insulina, enfermedades cardiovasculares y el síndrome metabólico, lo que puede llevar a condiciones crónicas severas. En contraste, la grasa subcutánea se encuentra bajo la piel y es la parte más visible del cuerpo; aunque está asociada con la estética, también puede influir en la movilidad y comodidad de las personas con obesidad severa.
Beneficios más allá del peso
El ejercicio trasciende el ámbito de la pérdida de peso y se posiciona como un pilar fundamental en la prevención de enfermedades crónicas. Entre los beneficios destacados se encuentran:
- Protección cardiovascular.
- Prevención de enfermedades metabólicas.
- Fortalecimiento musculoesquelético.
- Mayor longevidad.
Estos aspectos resaltan la importancia de la actividad física no solo en la reducción de peso, sino también en la mejora general de la salud y el bienestar.