
El estado de salud del Papa Francisco es motivo de preocupación para el mundo católico, tras sufrir dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda el lunes 3 de marzo, lo que ha llevado a una nueva conexión a ventilación mecánica no invasiva y a la implementación de tratamientos en el Hospital Gemelli de Roma, donde se encuentra internado desde el 14 de febrero.
Detalles sobre la insuficiencia respiratoria
Según el parte médico emitido el 4 de marzo por la oficina de prensa de la Santa Sede, se informó que “el Papa durmió toda la noche, ahora continúa su descanso”. Durante la tarde del lunes, el pontífice experimentó “dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, causados por un importante acúmulo de secreción endobronquial y consecuente broncoespasmo”, lo que requirió que el Papa Francisco fuera aspirado en ambas ocasiones.
Los médicos han indicado que la acumulación de secreciones es una consecuencia de la neumonía bilateral por la que fue ingresado en el hospital, y han aclarado que no se ha producido una nueva infección. En el informe se señala que “las dos crisis se produjeron por la reacción de los bronquios al intentar expulsar la mucosidad que se acumula para eliminar las bacterias”. Además, tras los exámenes realizados el lunes, se observó que “los valores del análisis de sangre se mantuvieron sin cambios y revelaron la ausencia de leucocitosis, por lo tanto no hay nueva infección”.
Estado actual y pronóstico
A pesar de que el Papa Francisco ha estado vigilante durante las crisis, se ha reanudado la ventilación mecánica no invasiva y se ha indicado que “el pronóstico sigue siendo reservado y el cuadro del Papa es complejo”. En respuesta a la situación, se ha convocado a la comunidad católica a unirse en oración por la salud del pontífice. Este martes, se llevarán a cabo oraciones en la Plaza de San Pedro con el rezo del rosario, que será guiado por el cardenal Arthur Roche, prefecto del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.