El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se refirió a las manifestaciones y marchas registradas el fin de semana en el país. Éstas congregaron a más de 100 mil personas que rechazan las nuevas medidas sanitarias adoptadas del gobierno, prácticamente fuerzan a recibir la vacuna para hacer una vida normal.
“Ya no tengo ninguna intención de sacrificar mi vida, mi tiempo, mi libertad y la de mis hijas por quienes se niegan a vacunarse. Esta vez se quedan ustedes en casa, no nosotros”, dijo el mandatario francés.
Entre las medidas más criticadas se encuentra el uso de certificados sanitarios para desarrollar la vida cotidiana. Esto quiero decir ingresar a conciertos, bares, restaurantes, museos y monumentos.
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El fin de estas medidas es, obviamente, incitar a la población de Francia a optar por la vacuna contra el coronavirus
Todo comenzó el pasado 12 de julio. Fue cuando el presidente galo anunció la implementación de un certificado sanitario para asistir a distintos espacios que reciben público. Todo con el fin de evitar una nueva ola de propagación de contagios. “Es la única manera de volver a la normalidad”, dijo entonces Macron.
Entre otras medidas, se ordena que todos los trabajadores de la salud estén vacunados a más tardar el 15 de septiembre. Y, como se mencionó, se requerirá de un pase (como el de movilidad en Chile) para asistir a ciertas actividades.
Entre las actividades a las que se podrá asistir con el pase destacan los espectáculos deportivos y muestras de arte. A eso se agrega el acceso a centros comerciales, trenes, aviones y hospitales.
El anuncio provocó que una gran cantidad de franceses se inscribieran para vacunarse. Pero también desató la furia en grupos anti vacuna de Francia, que han provocado disturbios y protestas.
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