Una inversión de 1.600 millones de dólares se destinará a la transformación de la Ruta 68, que conecta Santiago, Valparaíso y Viña del Mar, con el objetivo de mejorar el flujo vehicular y la infraestructura de la carretera más transitada del país.
¿Qué pasó?
La nueva Ruta 68 experimentará una serie de cambios significativos que incluyen la ampliación a cuatro pistas por sentido en el tramo urbano y tres en el resto de la vía. Además, se construirán nuevos túneles, como los de Lo Prado y Zapata, así como diversas modificaciones en las pasarelas y otros elementos de la infraestructura vial. Estas mejoras están diseñadas para facilitar el tránsito durante eventos de alta afluencia vehicular, como los fines de semana largos, y para elevar el estándar de la carretera.
Detalles del proyecto
La ministra de Obras Públicas, Jessica López, destacó que este proyecto representa el mayor monto de inversión en la historia de la infraestructura vial en Chile. Según López, “el proyecto incluye el mejoramiento de los entornos de la autopista, con nuevas pasarelas, atraviesos y parques públicos para los vecinos”.
La intención es duplicar la capacidad de circulación de vehículos, de modo que durante los fines de semana largos se disponga de cuatro pistas en la dirección de mayor flujo, en lugar de las dos actuales. Para lograr un flujo vehicular más constante, se construirán dos nuevos túneles.
Aspectos técnicos y concesión
El director general de concesiones del MOP, Juan Manuel Sánchez, explicó que en el tramo urbano se implementarán cuatro pistas por lado, que estarán cruzadas por cuatro “plazarelas” de 200 metros de ancho, diseñadas para vehículos y espacios públicos en beneficio de los habitantes de Pudahuel. En el resto del tramo, se aumentará a tres pistas por sentido, lo que permitirá manejar períodos de alta circulación mediante un sistema de cuatro por dos.
En cuanto a la concesión del proyecto, se aclaró que el plazo no será fijo. Este dependerá de la evaluación que realicen las empresas sobre el ingreso necesario para financiar la inversión. Una vez que se alcancen los ingresos requeridos, se dará por finalizada la concesión.
Próximos pasos
Sánchez también mencionó que en los próximos dos años se llevará a cabo el diseño de la ingeniería en detalle, así como la evaluación ambiental del proyecto. Además, se considerará la participación ciudadana en el proceso. Las obras están programadas para comenzar una vez que se completen estas etapas, y se estima que la construcción tomará entre dos y tres años.
