
Aumento significativo de problemas de salud mental en Chile, con un 24,8% de la población afectada por la ansiedad, según el último estudio sobre salud mental.
La salud mental en la actualidad enfrenta una crisis significativa, lo que ha llevado a expertos a calificar esta situación como una emergencia nacional. Este fenómeno ha ido creciendo de manera silenciosa durante años, pero se intensificó durante el confinamiento por la pandemia y ha alcanzado niveles críticos con el regreso a las clases y al trabajo presencial. Según el “Termómetro de la Salud Mental” de abril de 2024, un 13,4% de los encuestados mostró signos de problemas de salud mental, siendo la ansiedad el principal trastorno identificado en el país. Además, el mismo estudio reveló que un 24,8% de los participantes reportaron problemas de salud mental relacionados con la ansiedad, lo que representa un incremento de 2,5 puntos porcentuales en comparación con la medición anterior.
Viviana Tartakowsky, directora de la Escuela de Psicología de la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO), ha expresado su preocupación por el impacto desproporcionado que esta situación tiene en niños y adolescentes, así como por la prevalencia de estos problemas en mujeres y adultos mayores. En este contexto, el informe “Kids Online Chile 2024” indica que un 58% de los niños encuestados recibió su primer teléfono celular antes de cumplir 10 años, lo que se relaciona con un aumento en los episodios de soledad y la exposición al mundo digital sin la supervisión adecuada de adultos.
Ante el aumento de estos problemas de salud mental, los especialistas se cuestionan sobre las fallas en el sistema. Tartakowsky señala la necesidad de implementar políticas públicas que prioricen la salud mental, enfocándose en la prevención, tratamiento y rehabilitación accesibles para todas las personas, sin importar su nivel socioeconómico. Ella menciona que es fundamental adoptar el concepto de One Health, que considera la interconexión entre la salud humana, animal y ambiental. Por ejemplo, una mujer que es madre de tres hijos, está separada y no cuenta con apoyo económico, tiene una mayor probabilidad de experimentar síntomas de ansiedad o depresión, especialmente si vive en una zona vulnerable. Esto demuestra que la salud mental está interrelacionada con factores como la economía, la migración y las políticas educativas, lo que requiere un análisis intersectorial.
Tartakowsky también destaca señales de alerta que deben ser observadas en el entorno familiar. Cambios de ánimo inesperados en un miembro de la familia, como la falta de deseo de regresar al trabajo que anteriormente era satisfactorio, o la pérdida de interés en actividades que solían ser placenteras, son indicadores importantes. Para abordar estos problemas, los expertos sugieren la implementación o intensificación de rutinas deportivas, ya que estas actividades aumentan la producción de endorfinas, que actúan como antidepresivos naturales.
En cuanto a los síntomas preocupantes en niños pequeños, Tartakowsky menciona conductas regresivas, como el regreso al uso de pañales o la dificultad para dormir solo. También es crucial estar atentos al acceso que tienen los niños a las redes sociales y, en caso de que surjan pensamientos de muerte o intenciones suicidas, es imperativo buscar la ayuda de un especialista.
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre, Tartakowsky aconseja que para prevenir trastornos de salud mental es esencial mantener estrategias de autocuidado y co-cuidado. Esto incluye cuidar de la salud física y mental a través de la actividad física, mantener una buena higiene del sueño, reservar tiempo para el descanso, seguir una alimentación saludable, fomentar relaciones basadas en el respeto y aprender a convivir, entre otras acciones que pueden contribuir al bienestar emocional.