
El uso de tintes para el cabello ha ganado popularidad entre diversas generaciones, lo que ha llevado a un aumento en la investigación sobre sus efectos en la salud. El proceso de coloración capilar está íntimamente relacionado con la ciencia, especialmente con la química, lo que ha suscitado un interés considerable en el estudio de sus posibles implicaciones para la salud, particularmente en relación con el cáncer.
Investigaciones sobre tintes capilares y cáncer
Una parte significativa de la investigación se ha enfocado en la posible conexión entre los tintes para el cabello y el cáncer de vejiga, especialmente en el caso de las peluqueras que están expuestas a tintes permanentes en su trabajo diario. En este contexto, The New York Times ha publicado los hallazgos de un estudio que examina la relación entre estos productos y el cáncer.
La epidemióloga Alexandra White realizó un estudio en 2019 que sugiere que existe una asociación entre el uso de tintes permanentes y el cáncer de mama. Según el informe, las mujeres que utilizan tintura con regularidad, aproximadamente cada cinco a ocho semanas, presentan un riesgo de cáncer de mama que es un 9 por ciento mayor en comparación con aquellas que no lo hacen. White comentó: “Puede parecer un gran incremento, pero en realidad se trata de un aumento realmente pequeño del riesgo de cáncer de mama”.
Desglose del riesgo por raza
Al analizar los datos por raza, el estudio reveló que el riesgo es significativamente mayor en las mujeres de raza negra. White indicó que las mujeres negras que se teñían el cabello con frecuencia mostraban un aumento del 60 por ciento en el riesgo de desarrollar cáncer de mama, lo que eleva su riesgo de vida a casi un 21 por ciento, en comparación con el 14 por ciento de las mujeres blancas.
Regulación de productos capilares
La epidemióloga también destacó un aspecto importante sobre la regulación de los productos capilares. A diferencia de los medicamentos, los productos para el cabello no están sujetos a regulaciones estrictas. “Los fabricantes no tienen que demostrar que sus productos son seguros antes de venderlos, y como sus fórmulas suelen ser patentadas, puede ser difícil saber qué contienen”, explicó White a The New York Times.
Este contexto de falta de regulación puede contribuir a la preocupación sobre la seguridad de los tintes para el cabello y su posible relación con el cáncer, lo que subraya la necesidad de una mayor investigación y transparencia en la industria de la belleza.