Gatos y agua: ¿realmente odian el líquido elemento o es un mito?

Descubre por qué los gatos evitan el agua y sus curiosas razones.
Descubre por qué los gatos evitan el agua y sus curiosas razones.

Los gatos domésticos son comúnmente percibidos como animales que evitan el agua, sin embargo, su interés ocasional por el pescado y los grifos abiertos desafía esta noción. Según un informe de Scientific American, esta aparente contradicción tiene raíces tanto evolutivas como conductuales, y no todos los felinos comparten la misma aversión al agua. La especialista en comportamiento veterinario, Wailani Sung, aclara que “son individuos; algunos disfrutan del agua, mientras otros no”. Esta diversidad de comportamientos también se observa en los perros, como señala Carlo Siracusa, experto animal de la Universidad de Pensilvania, quien destaca que hay canes que tampoco evitan el agua.

Factores evolutivos y de comportamiento

Una de las razones que podrían explicar esta variabilidad en la relación de los gatos con el agua está relacionada con su estilo de vida. Los gatos que permanecen en interiores tienen más oportunidades de interactuar con el agua, ya que son llevados a paseos o aventuras al aire libre. Además, están acostumbrados a baños regulares, lo que reduce su necesidad de contacto con el agua. PetMD detalla que la aversión al agua puede tener raíces evolutivas. Los gatos domésticos descienden de Felis silvestris lybica, un gato salvaje originario de los desiertos del norte de África y el Medio Oriente. En estos entornos áridos, el agua era escasa, lo que llevó a estos felinos a desarrollar una preferencia por mantenerse secos.

El pelaje mojado puede resultar incómodo para los gatos, ya que se vuelve pesado y frío, y tarda en secarse, lo que puede hacer que se sientan vulnerables. Esto afecta su movilidad, dificultando sus movimientos ágiles y rápidos, que son esenciales para escapar de posibles depredadores. Además, los pelos sensoriales, similares a los bigotes, que cubren su cuerpo, les ayudan a percibir su entorno.

Experiencias traumáticas y miedo al agua

El miedo a lo desconocido y las experiencias traumáticas son factores importantes que influyen en la aversión de los gatos al agua. Según Jennifer Kasten, veterinaria consultada, la reacción de un gato al agua puede intensificarse si sus dueños han utilizado castigos, como el uso de botellas de spray para corregir comportamientos no deseados. Experiencias previas, como caer accidentalmente en una bañera o quedar atrapados bajo la lluvia, pueden generar asociaciones negativas con el agua. Brittany Klesznyski sugiere que introducir el agua de manera positiva desde una edad temprana puede ayudar a reducir el temor de los gatos hacia ella.

Los gatos son extremadamente meticulosos con su higiene y pasan entre el 30% y el 50% de su tiempo acicalándose. Este hábito no solo les mantiene limpios, sino que también elimina olores que podrían atraer a otros animales. Mojar su pelaje altera su olor natural, lo que les obliga a dedicar tiempo a recuperar su estado habitual.

Interacción con el agua y razas excepcionales

Los gatos muestran interés en el movimiento y el flujo del agua, como el que produce un grifo. Según Eve Elektra Cohen, de la organización Bideawee, el sonido y los reflejos de la luz estimulan su instinto de caza, lo que puede explicar su curiosidad hacia el agua. Aunque la mayoría de los gatos evita el agua, existen excepciones. Algunas razas, como el Sphynx, el Turkish Van, el Maine Coon y el Bengal, son conocidas por tolerar e incluso disfrutar del contacto con el agua. Estas razas tienen características físicas y pelajes que facilitan esta interacción, como la resistencia al agua o la ausencia de pelo. Sin embargo, la respuesta al agua puede variar entre individuos, ya que algunos gatos pueden preferir jugar con el agua en tazones o incluso exigir que se abra el grifo para beber directamente de él.