Un hombre de 32 años logró escapar de un cautiverio de más de 20 años en Waterbury, Connecticut, tras provocar un incendio en su habitación. El incidente ocurrió el 17 de febrero de 2025, cuando el hombre, que había estado bajo el control de su madre, Kimberly Sullivan, desde los 12 años, decidió prender fuego a su habitación en un intento desesperado por recuperar su libertad. La madre, de 56 años, fue arrestada el 12 de marzo y enfrenta múltiples cargos, incluyendo secuestro y abuso.
Detalles del caso
La policía de Waterbury informó que el hombre, conocido como la “presunta víctima”, había estado sometido a un control absoluto por parte de su madre durante dos décadas. El jefe de policía de Waterbury, Fernando Spagnolo, describió el sufrimiento del hombre como “desgarrador e inimaginable”. En su declaración, el hombre confesó haber causado el incendio de manera intencionada, utilizando desinfectante de manos y papel de impresora, con la esperanza de que el fuego le proporcionara la libertad que tanto anhelaba. “Quería mi libertad”, declaró al equipo de emergencia que respondió al incendio.
Condiciones de vida
Las condiciones en las que vivía el hombre eran alarmantes. Según las autoridades, fue encontrado en un estado físico deplorable, pesando apenas 30 kilos y sin haber recibido atención médica adecuada desde que tenía 14 o 15 años. La madre había tomado la decisión de sacarlo de la escuela, ya que el joven pedía comida a sus compañeros, lo que evidenciaba la severa negligencia a la que estaba sometido. La única conexión que tenía con el mundo exterior era una radio que le permitía conocer la fecha y la hora desde la pequeña habitación de 2×2 en la que se encontraba. Para continuar con su educación, se le permitía tener un diccionario y tres libros al año.
Reacciones y acusaciones
El caso ha generado una gran conmoción en la comunidad local. El fiscal estatal adjunto, Don Therkildsen, comentó que “los hechos de este caso, francamente, parecen sacados de una película de terror. Y eso sin exagerar”. El Departamento de Policía de Waterbury también emitió un comunicado en el que se afirmaba que la víctima había estado en cautiverio durante más de 20 años, sufriendo abusos prolongados, inanición, negligencia grave y trato inhumano.
Defensa de la acusada
El abogado de Sullivan, Ioannis A. Kaloidis, negó las acusaciones en su contra, calificándolas de “extravagantes”. Afirmó que el hombre no estaba encerrado y que su cliente le proporcionaba comida y refugio. Kaloidis también mencionó que el padre biológico del hombre vivía en la misma casa hasta hace poco, y que él era quien dictaba cómo debía ser criado su hijo. “Creemos que, a medida que se presenten las pruebas, verán que ella no es la villana que se ha dicho que es”, sentenció el abogado.
Cabe destacar que el padre de la víctima falleció a comienzos de 2024, después de haber pasado sus últimos años en una silla de ruedas debido a problemas de salud. Tras las acusaciones del hombre, Sullivan fue acusada de agresión en primer grado, secuestro en segundo grado, restricción ilegal en primer grado, crueldad hacia las personas y puesta en peligro imprudente en primer grado. Actualmente, se encuentra detenida con una fianza de 300 mil dólares.
