
El exfutbolista brasileño Adriano ha captado la atención mundial tras la publicación de una carta que revela aspectos íntimos de su vida, contrastando los lujos de Europa con la simplicidad de su hogar en la favela. Esta carta, que ha generado controversia, se encuentra respaldada por su próximo libro de memorias titulado “Adriano, meu medo maior”, que saldrá a la venta en breve. Durante la presentación de esta obra, el exgoleador de 42 años no pudo contener la emoción y tuvo que interrumpir la entrevista debido a su estado emocional.
En un evento realizado en Barra da Tijuca, Río de Janeiro, alrededor de 500 personas se congregaron para obtener la firma del atacante, quien ha sido parte fundamental de la selección brasileña, ganando la Copa América en 2004 y la Copa Confederaciones en 2005, según reportó el diario local O’Globo. La entrevista fue llevada a cabo por Ulisses Neto, autor de una pieza publicada en The Players Tribune, donde se detalla que la idea del libro surgió a partir de relatos clásicos que intentan contar las historias de los propios protagonistas.
En este contexto, Adriano compartió su experiencia sobre la difícil decisión de dejar el fútbol y su posterior regreso a Vila Cruzeiro, su comunidad natal. En sus propias palabras, el exfutbolista expresó: “No contiene ningún momento palabra es, precisamente, presentar aspecto humano. Pero claro, inevitable hablar fútbol construye carácter Adriano”, revelando su deseo de abrir su corazón y revivir aspectos más profundos de su vida.
La obra, que consta de 509 páginas, está dividida en tres bloques temáticos. Recientemente, el periódico Estadão recordó las complicaciones que enfrentó el futbolista para llevar a cabo este proyecto: “Siempre quise escribir sobre Adriano, pero las negociaciones fueron difíciles, principalmente porque él evita la prensa. Hasta que, en diciembre del año pasado, estuve en el documental de Flamengo sobre la Libertadores (2020). Hablé con su asesor y hubo sí. La primera vez que íbamos a vernos, canceló y reprogramó para el 30 de diciembre. Como Nochevieja pensé que volvería a funcionar, fui al hotel donde vivía y esperamos horas en el lobby hasta que nos llamaron para subir a su habitación”.
La trama del libro también repasa la relación de Adriano con su padre, Almir Leite Ribeiro, conocido como Mirinho, quien fue una figura clave en su niñez. Mirinho, que fue alcanzado por una bala perdida durante una fiesta, comenzó a tener problemas de salud que culminaron en su fallecimiento en 2004, un hecho que marcó un quiebre en la vida de Adriano.
A lo largo de su carrera, Adriano ha jugado en clubes como Flamengo, Inter de Milán, Fiorentina, Parma y Roma, y se encuentra alejado del fútbol profesional desde hace ocho años. Próximamente, el 15 de noviembre, celebrará su despedida oficial del deporte en un encuentro de leyendas con amigos en el Estadio Maracaná. Además, el 28 de noviembre, realizará otra presentación de su autobiografía en San Pablo.
En el marco del lanzamiento, se han compartido fragmentos de la obra, donde Adriano relata: “Regresaba y encontraba cualquier motivo para beber. O estaban allí, o quería sentarme en silencio pensando en la mierda, sin poder dormir. Me acostaba en un rincón sin siquiera soñar. Mucha gente usa eso como válvula de escape, necesitaba un escape. Ese era mi familia. Mi padre. Cuando miré, estaba allí. Una cosa llevó a que la bebida se convirtiera en mi compañera. Seguí llegando tarde a los entrenamientos. El club intentó tapar la prensa, recibí multas de sueldo y ni me importó. Estaba ganando mucho dinero, hombre. La multa duele. En segundo lugar, te enojas. A la tercera, ya no importa. Y eso va en ambos sentidos…”.
Adriano también aborda su decisión de dejar fuera de la lista de la Champions League a raíz de las sospechas sobre su estado fuera de las canchas, donde temían que diera positivo en un control antidopaje y le ofrecieron internarlo en una clínica de rehabilitación en Suiza. En sus palabras, “No tardaron en venir a decirme que no habían encontrado nada en mi cuerpo. No tuve que preocuparme por el antidopaje. En ese caso, el clima se había agriado completamente… la depresión había llegado a un nivel que no me gusta recordar. Nada funcionó. Era otra, negro. Para bien o para mal, tenía que continuar entrenando, pero no pude mantener la concentración. En ese tiempo, ir a discotecas, tenía la cabeza puesta en marcar un gol, era imposible. ¿Entiendes el tamaño del desastre?”.