Un estudio reciente ha puesto en evidencia que el horario en el que se realiza ejercicio puede influir en aspectos como la pérdida de peso, la calidad del sueño y el control del azúcar en sangre. Sin embargo, la verdadera clave para obtener resultados efectivos no radica en la hora del día, sino en la consistencia de la práctica de actividad física. Tres entrenadores certificados, consultados por el medio especializado Eating Well, coincidieron en que el mejor momento para hacer ejercicio es aquel que se pueda mantener de manera constante, adaptándose a las necesidades y rutinas de cada persona.
Influencia del horario de ejercicio
De acuerdo con Eating Well, aunque existen investigaciones que sugieren ligeras ventajas al entrenar en ciertos momentos, no hay un consenso científico definitivo sobre cuál es el horario óptimo para perder peso. Jenna Braddock, nutricionista de deportistas de alto rendimiento y entrenadora personal, explicó que algunos estudios favorecen el ejercicio matutino, mientras que otros destacan los beneficios de entrenar por la tarde o noche. Sin embargo, enfatizó que cualquier horario es efectivo solo si se realiza de manera regular.
Chrissy Carroll, personal certificada y especialista en running, respaldó esta postura al señalar que la constancia es el factor más importante para alcanzar los objetivos de fitness. En ese sentido, destacó que, aunque un horario específico puede ofrecer una ligera ventaja, lo esencial es encontrar un ajuste que se adapte a las responsabilidades y preferencias individuales.
Beneficios de entrenar en diferentes horarios
Entrenar por la mañana puede ser una opción favorable para quienes buscan establecer una rutina antes de enfrentar las actividades del día. Según Carroll, realizar ejercicio en la mañana fomenta una mentalidad saludable, lo que podría traducirse en mejores decisiones alimenticias y un estilo de vida más saludable a lo largo del día. Además, Elizabeth Shaw, dietista colegiada certificada, mencionó que el ejercicio matutino libera endorfinas, lo que genera una sensación de bienestar que se extiende positivamente durante el resto de la jornada.
Un estudio citado reveló que las personas que entrenaban regularmente lograron una mejor pérdida de peso en comparación con aquellas que hacían ejercicio en horarios esporádicos; estas últimas presentaron cinturas más pequeñas y un índice de masa corporal (IMC) más bajo.
Otro aspecto destacado por los entrenadores es la práctica de entrenar en ayunas, una estrategia común entre quienes prefieren ejercitarse temprano. Braddock explicó que esto puede ayudar al cuerpo a utilizar sus reservas de grasa como fuente de energía, favoreciendo la pérdida de grasa corporal. Sin embargo, advirtió que este enfoque puede tener desventajas, como afectar la masa muscular y, a largo plazo, la capacidad de quemar calorías en reposo.
Ventajas de entrenar en la tarde o noche
Para aquellos que pueden entrenar por la tarde o noche, también existen beneficios significativos. Investigaciones han demostrado que la fuerza muscular alcanza su punto máximo entre las 16 y 20 horas, lo que facilita entrenamientos efectivos, especialmente en levantamiento de pesas. Además, entrenar por la tarde o noche puede ser menos apresurado y más relajante, incrementando la probabilidad de disfrutar y mantener el hábito de hacer ejercicio.
El ejercicio también actúa como un excelente liberador de estrés, ayudando a desconectarse de las tensiones acumuladas durante el día. Caminar después de cenar, por ejemplo, puede estabilizar los niveles de azúcar en sangre, lo que resulta beneficioso para la salud cardiometabólica.
Además, se ha mencionado que realizar ejercicio aeróbico, ya sea moderado o vigoroso, se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos con obesidad, lo que refuerza la importancia de mantenerse activo independientemente del horario en que se realice el ejercicio.
Los médicos han señalado que el ejercicio ayuda a controlar la diabetes, y hay un consenso entre los expertos: a pesar de las diferencias asociadas a los distintos horarios, la constancia es clave. Aunque muchas personas encuentran práctico entrenar en horarios específicos debido a sus compromisos laborales y personales, lo más importante es adaptar la rutina de ejercicio a las necesidades individuales, lo que permite mantener una práctica constante que impacta positivamente en el bienestar general.
