
Durante este martes, el Presidente de la República, Gabriel Boric, participó en una ceremonia conmemorativa en honor a Tucapel Jiménez, un destacado dirigente sindical que fue asesinado en febrero de 1982 por agentes de la Dirección Nacional de Inteligencia del Ejército (DINE) durante el régimen dictatorial en Chile. Este acto se llevó a cabo para recordar el cruel y cobarde asesinato de Jiménez, que ocurrió hace 43 años, y que, según Boric, tenía como objetivo “impedir la unidad del movimiento sindical chileno”.
Contexto histórico y comparación actual
El Presidente Boric destacó que el contexto en el que se produjo el asesinato de Tucapel Jiménez es completamente diferente al actual. En su discurso, hizo una comparación entre la situación de entonces y la actualidad, señalando que “en esa época, el Festival de Viña se ocupaba para otras cosas, para distraer de lo que estaba pasando”. Esta afirmación resalta cómo los eventos culturales eran utilizados en el pasado para desviar la atención de las realidades sociales y políticas que enfrentaba el país.
Éxito del Festival de Viña
A pesar de la conmemoración de un hecho tan trágico, Boric también se refirió al éxito de la segunda noche del Festival de Viña del Mar, expresando su alegría por el desempeño de artistas como Myriam Hernández y Chiqui Aguayo. “A todo esto, me alegro muchísimo que le haya ido tan bien a Myriam Hernández ayer, a la Chiqui Aguayo”, comentó el mandatario, mostrando un reconocimiento a la cultura y el entretenimiento en el presente.
Recuerdos del pasado
Finalmente, el Presidente Boric recordó cómo era el Festival de Viña del Mar en la época de la dictadura, mencionando que “en esa época se presentaban Salvatore Adamo, Miguel Bosé, Rafael, y Chile estaba metido en eso, pero ese fue el año de las protestas también, el año donde comenzaron las protestas”. Esta reflexión pone de manifiesto la dualidad de la cultura y la resistencia social en un periodo de represión y lucha por los derechos humanos en Chile.