
En la actualidad, el uso de aplicaciones de citas ha transformado la manera en que las personas se conocen. Sin embargo, existe un creciente deseo de volver a interacciones más auténticas y espontáneas, especialmente entre aquellos que han experimentado lo que se denomina “fatiga de aplicaciones”. Según la periodista Olivia Petter de The Independent, desconectarse de plataformas como Tinder o Bumble puede ser un desafío, pero también representa una oportunidad para redescubrir la magia de las conexiones humanas.
A pesar de la popularidad de estas aplicaciones, los datos del Pew Research Center indican que solo el 10% de las relaciones comprometidas en 2023 comenzaron a través de ellas. Este dato resalta que, aunque estas herramientas son útiles, no han reemplazado completamente el valor de los encuentros fortuitos. Sin embargo, surge la pregunta de cómo navegar este retorno a lo “natural” sin el temor al rechazo o a ser malinterpretado. La experiencia de salir de la pantalla y volver a interactuar en persona puede sentirse como un terreno desconocido.
La periodista Petter describe este cambio como intimidante, comparándolo con “caminar sobre hielo delgado”. La entrenadora Sophie Personne enfatiza que “leer la habitación” es clave para un acercamiento exitoso. Observar el lenguaje corporal de la otra persona es esencial; si parece estar ocupado o apurado, probablemente no sea el momento adecuado para iniciar una conversación. El contexto y el tiempo son fundamentales para establecer una conexión con alguien.
El entrenador James Preece sugiere que los lugares donde las personas tienden a relajarse, como parques y supermercados, son ideales para mantener conversaciones casuales. Los fines de semana, en particular, ofrecen oportunidades, ya que es más probable encontrar a las personas en un estado de ánimo receptivo. Además, se aconseja evitar acercamientos en momentos de estrés o prisa, como en una estación de tren.
Una vez que se da el primer paso, surge la cuestión de cómo mantener la conversación. Aquí, Petter hace una advertencia clara sobre el uso de clichés. Las líneas de coqueteo forzadas, que pueden parecer graciosas en teoría, a menudo resultan incómodas o inapropiadas en la práctica. En lugar de esto, sugiere optar por preguntas abiertas relacionadas con el entorno, como “¿Qué te trajo aquí hoy?” o “¿Qué opinas del lugar?”. Estas preguntas no solo son neutrales, sino que también invitan a la otra persona a expresarse.
Hacer cumplidos puede ser una herramienta poderosa, pero debe hacerse con delicadeza. La psicóloga Bárbara Santini señala que los halagos deben ser específicos y significativos, y no centrarse únicamente en la apariencia física. Un comentario como “Tu energía es realmente refrescante” tiene un impacto positivo, en comparación con uno genérico como “Eres hermosa”. Este enfoque muestra que se presta atención a aspectos más profundos de la personalidad.
La autenticidad es otro consejo importante. Ser genuino ayuda a generar confianza y evita situaciones incómodas a largo plazo. Fingir ser alguien que no se es es una estrategia insostenible y poco efectiva. La confianza juega un papel crucial en este proceso. Annabelle Knight, experta en relaciones, menciona que es esencial acercarse a los demás con seguridad, evitando caer en la arrogancia. Sentirse cómodo en la propia piel facilita el inicio de la interacción y la manera en que se maneja el posible rechazo.
El rechazo es una parte del juego, y el miedo a este puede ser una de las mayores barreras. Personne insiste en que el rechazo debe ser visto como algo natural y no como un fracaso personal. Ella resume de manera sencilla: “No es rechazo, es un mal momento”. Saber cuándo retirarse con elegancia puede marcar la diferencia entre una situación incómoda y una respetuosa. Estar en paz consigo mismo es un paso significativo para interactuar con los demás.
Georgina Sturmer, consejera, advierte que depender de estrategias superficiales y rápidas de chat puede ser contraproducente. Reconectar y ligar vale la pena, y aunque no todas las interacciones resulten en una historia de amor como en una película, cada intento ofrece la oportunidad de aprender y crecer. Abordar las interacciones con respeto y un espíritu abierto es fundamental. En un mundo donde lo digital domina, la conexión real sigue siendo innegable. Y quién sabe, quizás el próximo paseo por el parque o una sonrisa en una cafetería sea el comienzo de algo extraordinario.