
Un paciente, Pablo Gálvez, recibirá una indemnización de 70 millones de pesos tras haber sido diagnosticado erróneamente con un cáncer terminal. A sus 60 años, Gálvez fue sometido a un tratamiento de quimioterapia antes de que se corrigiera su diagnóstico. Este caso ha llegado a la Corte Suprema después de que su demanda fuera desestimada en instancias anteriores.
Detalles del caso
El incidente comenzó el 1 de diciembre de 2017, cuando Gálvez, un exmilitar y actual administrador de propiedades, acudió al Hospital Militar de Santiago (HMS) debido a un fuerte dolor en la vesícula. Tras realizarle los exámenes pertinentes, los médicos le informaron que padecía un colangiocarcinoma intrahepático con un grado intermedio de agresividad, lo que significa que tenía un cáncer originado en los conductos biliares que se había diseminado al hígado.
El 28 de marzo de 2018, Gálvez comenzó su tratamiento de quimioterapia, recibiendo Cisplatino y Gemcitabina en un ciclo de tres sesiones, que se completaron el 19 de abril y el 20 de mayo. En sus propias palabras, Gálvez relató: “Me hicieron una pequeña cirugía para instalarme un catéter en el hombro por donde pasaba la droga. Tenía que hospitalizarme y me dejaban en observación un par de horas después para ver cómo me sentía”.
El paciente también compartió su experiencia con el tratamiento, indicando que “eran cantidades menores de droga, pero igualmente me sentía pésimo. Las programaba los días jueves para recuperarme el fin de semana. Me acuerdo que me iba a la pieza de mi hijo y cerraba las cortinas para dormir sin parar. Me dolía todo el cuerpo”.
El diagnóstico erróneo
Seis meses después de iniciar el tratamiento, Gálvez y su esposa fueron convocados al HMS por una oncóloga, quien les comunicó que había habido un error en el diagnóstico. Gálvez recordó: “Yo reconozco que me alegré muchísimo cuando la doctora dijo que se había equivocado de diagnóstico, que nunca tuve cáncer, que tengo una lesión biliar hamartomatosa, denominada complejo de Von Meyerburg. Es una enfermedad congénita y benigna”.
A medida que pasaba el tiempo, Gálvez reflexionó sobre la situación. Afirmó: “Yo recibí una muy buena atención en el hospital. No tengo ninguna queja al respecto. De hecho, me sigo atendiendo ahí, porque al ser pensionado del Ejército, no tengo otro seguro de salud. El problema es que la oncóloga se equivocó feo y no hubo ningún arrepentimiento”.
Acciones legales
Después de recibir el diagnóstico correcto, Gálvez solicitó una reunión con el directorio del HMS, donde pidió dos cosas: una disculpa y el reembolso de los gastos no cubiertos por el sistema, que ascendían a cinco millones de pesos. Sin embargo, su solicitud fue rechazada, lo que lo llevó a presentar una demanda.
Finalmente, tras un largo proceso judicial, la Tercera Sala de la Corte Suprema falló a favor de Gálvez, otorgándole la indemnización correspondiente por el daño causado debido al diagnóstico erróneo.